
¿Necesitamos un nuevo código de etiqueta para la fotografía digital? Fotografiar a todas horas y en todo momento
Cuando una fotografía puede traspasar los límites de la privacidad de las personas
protocolo.org
Poner límites a las fotografías indiscriminadas en los espacios públicos
Hablamos mucho sobre internet, pero los teléfonos inteligentes nos han convertido a muchos de nosotros en fotógrafos compulsivos. Fotografiamos prácticamente todo lo que está a nuestro alcance. Hacemos fotografías, sobre todo a la comida. Pero eso no es suficiente. Con nuestros teléfonos fotografiamos conciertos y todo tipo de espectáculos. Incluso fotografiamos escenas diversas de la vida cotidiana. Pero, ¿nos hemos detenido un momento a pensar en las implicaciones de esta obsesión fotográfica?
Privacidad de las personas
Uno de los principales problemas de estos comportamientos es la invasión de la privacidad. Cuando hacemos fotografías en espacios públicos, ¿nuestras fotografías están invadiendo la privacidad de las personas que están a nuestro alrededor? ¿Tenemos su permiso para subir esas fotografías a las redes sociales? La respuesta, en la mayoría de los casos, es no. Esta falta de consideración puede causar incomodidad e incluso enfado entre quienes aparecen en nuestras fotos sin haber dado su consentimiento explícito.
Te puede interesar: 7 claves para evitar los selfis de mal gusto o inapropiados
Por este motivo, es hora de formular un nuevo código de etiqueta en torno a la fotografía digital. Necesitamos establecer límites claros para evitar que un deseo inocente y a veces incontrolable de fotografiar nuestras vidas nos convierta en unos maleducados. Incluso, podemos llegar a tener problemas legales con este tipo de fotografías donde se salen otras personas cuando se hacen públicas en redes sociales y otros medios similares.
Puntos clave a tener en cuenta al hacer fotografías
1. Pedir permiso. Antes de fotografiar a alguien, especialmente si es un primer plano, debemos preguntar si está de acuerdo. También, debemos indicar si vamos a publicarlo en redes o solo es un recuerdo para nosotros.
2. Respetar la privacidad. Como no siempre es posible pedir permiso a todos los que salen en una foto (imaginemos que estamos en un parque de atracciones lleno de gente) hay que saber que no podemos publicar esas fotos si salen reconocibles otras personas. Las borramos, las pixelamos o aún mejor, no las publicamos en redes. Las dejamos en nuestra carpeta privada.
3. Ser consciente del entorno. Debemos ser conscientes de nuestro entorno y no invadir el espacio de los demás. Antes de tomar una fotografía, es importante considerar si estamos invadiendo el espacio personal de alguien o si estamos interrumpiendo, distrayendo o molestando. Recuerdo cómo le molestaba a mi madre que durante la misa del domingo en nuestra preciosa catedral pasara la gente, incluso hasta el altar, para hacer fotos.
Cada situación es diferente y lo que puede ser aceptable en un entorno puede no serlo en otro. No se trata de prohibir la fotografía. Hay que tratar de usar el sentido común que suele ser un buen consejero (cuando se tiene). Por ejemplo, tomar fotografías en un concierto puede ser una forma de compartir la experiencia, pero también puede distraer o molestar a otros asistentes que prefieren disfrutar del evento sin interrupciones. De igual manera, hacer fotografías en un funeral puede considerarse insensible y desconsiderado hacia los sentimientos de los familiares y amigos del difunto.
La gran difusión y aceptación de los teléfonos celulares-móviles nos ha brindado la capacidad de capturar momentos significativos (o no tanto, depende cómo se mire) y cotidianos con facilidad. No obstante, esta práctica casi compulsiva e incontrolable debe estar guiada por el sentido común, teniendo respeto y consideración hacia los demás. Establecer unas mínimas reglas de etiqueta cuando usamos el teléfono celular-móvil como una cámara fotográfica es fundamental para tener unas relaciones sociales más respetuosas y cordiales.
Una cosa más. Todos estos consejos sirven para los vídeos que grabamos con nuestros teléfonos celulares-móviles. Seamos un poco responsables, ya que todo no vale por conseguir unos cuantos seguidores o likes más.
¿Tienes buena memoria? Lo has leído en el artículo.
Test evaluación: fotos con el teléfono celular - móvil.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Tener personalidad consiste en ser una persona 'diferente' en cuanto a un conjunto interno y externo de características que le hacen a esa persona ser singular
-
Los funcionarios no respetan el protocolo a la hora de vestir para actos oficiales.
-
Arturo Pérez-Reverte nos deleita con una anécdota muy curiosa sobre el "machismo" de los buenos modales
-
El aire viciado, los gases que despiden los productos de limpieza, los perfumes, las alfombras, los desodorantes de ambientes, e incluso los marcadores mágicos pueden provocar una grave reacción.
-
La autora reivindica la importancia de los buenos modales, de ser educado en cualquier ámbito y circunstancia
-
Las flores son uno de los detalles o regalos más socorridos y menos arriesgados para cumplir con algún pequeño compromiso
-
Los regalos tienen como finalidad sorprender y agradar a la persona que los recibe. Por este motivo, deben ser adecuados al momento, el motivo y el destinatario de ese regalo
-
Las "soirées" que tienen lugar principalmente en invierno, son ordinarias, o extraordinarias.
-
Está en boga dejar en "visto". Este germen ha sido contagiado a expertos en etiqueta social, protocolo y ceremonial y, además, colegas, amigos, parientes y conocidos...
-
El 'maestro de ceremonia' encamina la solemnidad siguiendo un guion; su misión involucra solvente preparación...
-
La compasión es el sentimiento de tristeza o ternura que nos produce el dolor o sufrimiento de otra persona
-
El sombrero de cowboy es una seña de identidad globalmente reconocida en todo el mundo, aunque en estados como el de Texas forman parte del vestuario diario