Aprende a tomar el té como una 'lady'
Tomar un té de forma apropiada requiere conocer algunas reglas de etiqueta que nos harán parecer unas personas bien educadas
Etiqueta moderna y buenos modales para tomar el té
Tomar una simple taza de té es un descanso para nuestros sentidos. Pero la idea de tomarlos a media tarde con alguna cosa para comer se la debemos a la duquesa de Bedford. A mediados de la década de 1840 a la duquesa de Bedford se le ocurrió tomar una 'merienda' a media tarde porque tenía hambre. El tiempo de espera entre el almuerzo y la cena era muy grande y decidió hacer esta 'comida ligera'. Poco a poco, el boca a boca y las reuniones que la duquesa organizaba dieron popularidad a este tipo de 'merienda'. Como gran amiga que era, de la reina Victoria, la idea se propagó entre las clases más altas, aunque con el tiempo llegó a todos los hogares del Reino Unido.
Una buena taza de té proporciona un bienestar para nuestra salud y es un momento estupendo para disfrutar de todo su aroma y todo su sabor.
Pero, ¿sabemos cómo tomar esa taza de té? Veamos algunos sencillos consejos.
Cómo tomar una taza de té con elegancia
1. Cómo sujetar la taza de té
La taza de té, la debemos sujetar con una mano (la derecha o la izquierda según seamos diestros o zurdos) y con la otra mano debemos sujetar el platillo, apoyando su base en la palma de nuestra mano.
Los más ortodoxos del mundo de la etiqueta indican que cuando se toma el té en torno a una mesa de comedor no se levanta el platillo de la mesa. Si se toma el té en una mesa baja del salón o similar, entonces sí se toma el platillo y la taza juntos.
2. Ni levantar el meñique, ni doblar la muñeca
Contrariamente a lo que se piensa, o al menos, a lo que se consideraba como de muy buena educación o de ser "muy finos" tomando el té, no se levanta el dedo meñique para tomar la taza de té -ni la taza de café, ni cualquier otra-.
Otra cosa "prohibida" cuando tomamos una taza de té es doblar la mano por la muñeca hasta ponerla en una posición cercana a los noventa grados con respecto al brazo. No es correcto. La mano se debe girar por la muñeca, pero no se dobla.
3. La cucharilla en el platillo
La cucharilla para tomar el té no debe permanecer en la taza cuando vamos a beber ni cuando está en reposo, una vez que hemos dado las vueltas suficientes para disolver el azúcar o el edulcorante. Hablando de "vueltas suficientes", es muy molesto hacer este gesto repetidas veces y de forma insistente.
4. Scones, los panecillos para tomar el té
Si nos apetece tomar unos scones, panecillos para tomar el té, hay que conocer su "protocolo". Los scones no se toman con el tenedor o se parten con el cuchillo. Se trocean con las manos, en pedazos que puedan tomarse de un solo bocado. Se les puede poner encima un poco de mermelada o de nata espesa que los ingleses utilizan para estos panecillos. La mermelada, nata o cualquier otro tipo de crema se pone sobre nuestro plato, no sobre el plato general donde están los panecillos.
Los scones no se mojan en el té. Se toman con la mano como si fuese un canapé; mejor tomarlos de un solo bocado.
5. No se chupan los dedos
El té no se puede tomar a sorbitos de la cucharilla. La cucharilla, como hemos comentado anteriormente, únicamente se debe utilizar para revolver y disolver el azúcar o quitar alguna brizna o hebra del té que haya podido caer en la taza -puede ser un trocito de un panecillo u otra pequeña partícula-.
Cuando el té se acompaña de dulces, como tartas y bizcochos, no se debe meter el dedo en estos dulces y después llevárselo a la boca para probar su sabor. Tampoco lo debemos hacer aunque el pedazo de tarta o de bizcocho esté en nuestro plato. No se chupan los dedos. Para tomar esos dulces tenemos unos preciosos cubiertos que nuestros anfitriones habrán colocado para sus invitados. Lo mismo que hacemos en la mesa debemos hacer en este caso.
6. Fuera glotonería. A pedacitos, por favor
Estar delante de un exquisito trozo de tarta, de un jugoso bizcocho, de un delicioso sándwich de pepino o de salmón... no quiere decir que nos dejemos llevar por nuestros impulsos más salvajes. Tomamos un pedazo de tarta o bizcocho con nuestro correspondiente cubierto -puede ser una cucharilla o un tenedor- de un tamaño adecuado para tomar de un solo bocado. Si es un sándwich, lo tomaremos a pequeños bocados masticando con suavidad y no dando otro bocado hasta no haber terminado el anterior. Nada de comer con avidez o voracidad.
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Unos consejos adicionales
- No se toma el azúcar con la cucharilla de nuestra taza. Se toma con la cucharilla del azucarero.
- No se sopla la taza por muy caliente que esté el té. Se debe dejar enfriar de forma natural. Tampoco es muy apropiado, darle vueltas constantemente con la cucharilla molestando a los demás.
- Si se derrama un poco de té, no se vuelca el contenido de platillo en nuestra taza. Es una acción muy poco higiénica y educada.
- No se utilizan nuestros cubiertos para servirnos de "zonas comunes". Es decir, de platos, fuentes u otros recipientes que contengan alimentos que están a disposición de todo el mundo.
- No se gesticula con la cucharilla o con la taza en la mano. Mejor dejarla sobre el platillo antes de hablar o tratar de hacer algún gesto o indicación.
- El tiempo de reposo del té es importante para degustarlo en sus condiciones más óptimas.
Solo nos queda disfrutar de un buen té y de una mejor compañía.
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