
Mujer en la escalera y cortesía de Casanova
Nunca es tarde para aprender para nadie. Lo que ayer no existía o no se conocía, hoy es una realidad
foto base weddingclub - Pixabay
La buena educación, los buenos modales y el lenguaje
"Pero ahora no es sólo ahora". (Christopher Isherwood).
- K de kilo, ¿es correcto, señor?
- De acuerdo. En cinco minutos tendrá usted el pedido en su domicilio.
El joven empleado de la empresa de comida rápida cierra su bloc y se dirige en su ciclomotor a la dirección de un portal con la letra K, supuestamente.
Esta conversación telefónica oída fortuitamente creaba una impresión positiva en el transeúnte que pasaba por el lugar.
Y es que esto no es lo más habitual. Pocos ahora cuidan las buenas maneras y pocos son los que hablan de usted como norma. La urbanidad y los modales constituyen una de las bases elementales de la buena educación. No cabe duda de que la forma ha de acompañar al fondo; en otras palabras, no sirve de nada la apariencia si no está sujeta a unos principios y valores de lo correcto y lo bueno.
Te puede interesar: Reglas de servicio, atención al cliente
Ahora no es sólo ahora porque la educación se aprende día a día. Nunca es tarde para aprender para nadie. Lo que ayer no existía o no se conocía, hoy es una realidad. La respuesta adecuada al abuso de los teléfonos móviles y la tecnología (ciertamente se usan demasiado) dejan desamparado al individuo de aquí al lado. Hoy uno no sabría si una mujer agradecería la cesión del propio asiento en el tranvía o si, por el contrario, se enfadaría.
No se aprende lo que no se enseña. Actualmente, es un hecho generalizado la falta de interés por la educación religiosa y, consecuentemente, por la lectura de la Biblia y su enseñanza moral universal. Hoy no se hace quizás suficiente hincapié en la inconveniencia de las palabras malsonantes y el lenguaje se limita a cuatro o cinco expresiones desagradables. Nuestro lenguaje se empobrece cada vez más deprisa a no ser que pongamos remedio.
¿Por qué se usa el tuteo como principio?, ¿quién trabaja la caligrafía o la disciplina y el esfuerzo?, ¿dónde se habla de sexualidad de forma clara y limpia?
Pero no todo es así de categórico ni de malo, afortunadamente.
Ahora no es sólo ahora porque hay quienes se preocupan y quienes hablan de Caín y Abel y de la torre de Babel. Hoy hay individuos atentos que escuchan y respetan. Lo bueno es que también hoy se buscan palabras en el diccionario, y sigue habiendo curiosidad, libros y periódicos. Aún hoy se enseñan modales y buena conducta en casa y en la escuela. Como el padre que dice a su hijo: "acéptalo porque te lo mereces; pide perdón y rectifica". De vez en cuando en la calle oímos "buenos días", "gracias" y "por favor".
Hasta que un día en una escalera uno ve a lo lejos cómo un conocido actor le hace el gesto a una joven con la mano de que espere y le deje subir a él delante. Sorprendido al principio por el hecho inaudito en una persona educada de faltar a esa norma de cortesía con las mujeres que reza "las damas primero" entiende a Casanova inmediatamente después, puesto que la joven vestía falda.
En un sinfín de series televisivas predomina el elogio de la ignorancia y la carencia de modales, y es precisamente un personaje culto y sensible la excepción a esa regla de mala educación de quien se hace mofa. La comedia en cuestión persigue -a lo mejor- evidenciar la necesidad de hacer algo para cambiar las cosas mediante ese contraste de caracteres y un guión ingenioso.
Te puede interesar: Ceder el paso. Cuándo cederlo. A quién cederlo
Se hace urgente y necesaria la educación de manual en buenas maneras, aunque obviamente el sentido común y la sensibilidad particular también cuentan en situaciones inesperadas o nuevas.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cómo gestionar el espacio personal en los aviones cuando queremos reclinar nuestro asiento. El difícil equilibro entre el confort y las reglas de cortesía
-
Todo el mundo ha sentido, siente o sentirá vergüenza alguna vez en su vida. El sentimiento de la vergüenza guarda una estrecha relación con lo que pensamos de cómo nos perciben los demás
-
Un caballero rehusado por la señora a quien invita, no debe dirigirse inmediatamente a las que la están próximas.
-
Cada vez más empresas e instituciones se plantean comunicaciones específicas y aun una oferta de comunicación global
-
Las relaciones sociales implican tener que comunicarnos, en algunas ocasiones, con personas que no conocemos
-
Los cambios de los usos y costumbres de la ciudad de Madrid. La forma de vivir en Madrid en el siglo XVIII
-
La mayoría de las personas cuando se miran al espejo encuentran alguna cosa que no les gusta de su cuerpo o de su imagen. Pero es una cosa muy normal
-
Los gestos que relacionamos con la palabra, de ahí que también se les denomine co-verbales, son los que utilizamos cuando estamos hablando con otra persona
-
La risa tiene claramente una función social. La risa tiene un efecto terapéutico. Incluso hay expertos y científicos que indican que con la risa se puede llegar a obtener una recompensa placentera como puede tenerse con el sexo
-
El abanico ha sido, a lo largo de la historia, un objeto de uso práctico y un aliado en el lenguaje del amor
-
Es imprescindible que tenga la casa bien arreglada y limpia, fijándose de forma especial en los espacios o estancias por donde se vayan a mover los invitados
-
Un buen comportamiento es algo más que seguir unas reglas o convenciones sociales. Es saber actuar de forma correcta y adecuada en cada momento o situación