
Mírame cuando te estoy hablando
Cuando estamos hablando con otra persona hay que tratar de mirarla a la cara, de prestarle atención
geralt
La importancia de la mirada en el ámbito social
Cuántas veces hemos escuchado, desde que éramos muy pequeños, esta popular frase en boca de nuestros padres o de nuestros abuelos. También la hemos, seguramente, escuchado cuando no éramos tan pequeños. E incluso, se la podemos escuchar a nuestro jefe cuando nos regaña por algo que hemos hecho mal o que hemos dejado de hacer.
Cuando estamos hablando con otra persona hay que mirarla a la cara, a los ojos. Si nos habla otra persona hay que prestarle atención y fijar nuestros ojos en su rostro. No se puede charlar o platicar con una persona mientras echamos un vistazo a nuestro teléfono celular -móvil-. Tampoco mientras hojeamos una revista o un periódico, mientras miramos, aunque sea de reojo, la televisión o lo que nos ofrece una ventana, etcétera.
Atención, es educación
No es educado ni apropiado ignorar a la persona que nos habla. "A menudo se conoce por los ojos lo que una persona lleva en el fondo de su alma. Se reconoce su bondad o su mala disposición". El modo de mirar es de gran importancia en una conversación y en cualquier otro tipo de comunicación personal.
¿Por qué se desvía la mirada?
Desviar la mirada durante una conversación puede tener múltiples interpretaciones: timidez, falta de sinceridad, temor, sumisión, etcétera. Cualquiera que sea la causa hay que tratar de evitarla para tener una comunicación fluida y eficaz. Además, es una falta de educación no mirar a los ojos o, al menos a la cara, de la persona con la que estamos charlando.
lambhappiness
Pero no solo desviar la mirada es incorrecto y descortés. También es poco educado y muy molesto mirar por encima del hombro; hacerlo es "despreciar" a las personas presentes.
Te puede interesar: La escucha activa. Cómo prestar atención
Tampoco es correcto mirar por detrás o por encima del hombro de otra persona que lee o tiene algún objeto en la mano -como un teléfono, una tableta, un bolso, una cartera o un maletín, etc.-, para enterarse de lo que está leyendo o de lo que contiene ese bolso, esa cartera, ese maletín, etc.
No quitarle el ojo de encima
Es bueno recordar que hay un punto intermedio entre desviar la mirada y mirar fija e insistentemente como muestra de poder o desafío. Podemos apartar la mirada unos segundos para "relajar" los ojos y quitar un poco de "presión" a la otra persona. Pero es aconsejable que volvamos a "conectar" con la mirada de la otra persona de forma intermitente. Estas mirada sirve para demostrar estamos prestando atención y que tenemos interés por lo que dice, que escuchamos a la otra persona. Porque no debemos olvidar que no es lo mismo oír que escuchar.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Vida privada, el dilema. Abdicar de la propia y callar la ajena. Discreción, disciplina y presencia son imprescindibles
-
Las percepciones entre generaciones suelen ser bastante similares: mi generación es mucho más educada y respetuosa que la siguiente. ¿No pensaban lo mismo nuestros padres y nuestros abuelos de sus descendientes?
-
La palabra urbanidad no tiene porque llevarnos a viejos y estirados manuales donde se daban e imponían estrictas normas de comportamiento totalmente inadecuadas
-
¿Dividir la cuenta o invitar? Esa es una de las preguntas que pueden surgir cuando llega el momento de pagar la cuenta
-
Mirar por encima del hombro es una expresión que se utiliza para referirse a personas que se creen superiores o que son arrogantes
-
Carreño Muñoz define la "urbanidad" -incorporando valores y cánones éticos- como "el conjunto de reglas que debemos observar para comunicar dignidad, decoro y elegancia a nuestras acciones y palabras, y manifestar a los demás las benevolencia, atención
-
Desconocer las reglas que rigen la convivencia humana puede generar malestar, burlas y vergüenza.
-
La risa es un 'elemento' fundamental en nuestras vidas. Un día sin sonreír es un día perdido
-
Establecer un punto de referencia y mantener el contacto con la mesa la mayor parte del tiempo
-
Las personas con las que nos solemos juntar suelen tener nuestra misma escala de valores, gustos, aficiones, etcétera
-
Los funcionarios no respetan el protocolo a la hora de vestir para actos oficiales.
-
Cada empresa y cada grupo es libre de "exigir" o recomendar un vestuario determinado para la ocasión