
Derechos asertivos. Hacernos respetar y valer ante los demás (con vídeo)
Una forma de mejorar nuestras relaciones sociales y personales es mediante el establecimiento de un 'código' o de unas reglas que todos debemos tratar de cumplir
foto base Freepik Pro
Las relaciones con otras personas y el respeto de nuestros derechos
En nuestras relaciones diarias nos encontramos con personas de todo tipo. Personas encantadoras, personas maleducadas, personas dominantes, personas invasivas, etcétera. Estos encuentros pueden ser puntuales-casuales o bien pueden ser cotidianos, como los encuentros que tenemos con los compañeros de trabajo o con los vecinos.
9 derechos asertivos que cualquier persona debe tener
1. Derecho a considerar nuestras propias necesidades
Debemos tener en cuenta que las necesidades de las otras personas no tienen que ser más importantes que las nuestras. La mejor herramienta para que no haya un 'solapamiento' de prioridades o necesidades es el diálogo. Hablando se entiende la gente. Se establecen una serie de 'parámetros' que mejoran la convivencia con pareja, familia, amigos, etcétera.
2. Derecho a cambiar de opinión
Una opinión no tiene que ser inamovible. Se puede cambiar de opinión por muchas razones. Decía Kant: "El sabio puede cambiar de opinión. El necio, nunca". Cambiar de opinión no es malo, cuando se hace por propio convencimiento. Cambiar de opinión es una forma de evolucionar.
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3. Derecho a cometer errores
Nadie se equivoca a propósito, de forma consciente. Una cosa es equivocarse y otra perseverar en el error. Debemos aprender de nuestros errores y equivocaciones para tratar de no volver a cometerlos.
4. Derecho a ser tratados con respeto y con dignidad
Somos personas y debemos tratarnos como tal. Como seres civilizados que somos, aunque en ocasiones no lo parezcamos, por nuestro comportamiento, debemos ser educados y respetuosos con los demás. Debemos evitar hacer o decir cosas que molesten o hieran a otras personas.
5. Derecho a rehusar peticiones sin sentirnos culpables
No debemos confundir la educación o la corrección con la sumisión. Ser correcto o educado no quiere decir que seamos sumisos. Nos pueden pedir algo, pero nosotros podemos negarnos a darla, sin sentirnos culpables. Cada acción hay que situarla en su momento y en su contexto.
6. Derecho a pedir lo que se desea
No podemos dejar que sean las otras personas las que 'adivinen' qué es lo que queremos. Hay que ser directos. Si queremos algo, tenemos que pedirlo. Ya se encargará la otra persona de aceptarlo o rechazarlo. Esperar que el resto del 'mundo' sepa lo que queremos es un error.
7. Derecho a establecer nuestras propias prioridades
Cada persona valora o prioriza unas actividades o preferencias respecto a otras. A unas personas les gusta más el campo que la playa; a otras leer e ir al cine más que practicar un deporte, etcétera. No tienen por qué ser excluyentes entre sí, pero sí podemos preferir hacer unas antes que otras.
8. Derecho a pedir reciprocidad
No siempre hay que 'dar' solo de un lado. No siempre hay que 'ceder' solo de un lado. En el fondo las reglas de convivencia son una 'negociación'. Todos tenemos que ceder en algo. Si no hay reciprocidad no hay buena convivencia. No estamos al servicio de nadie. Como dice Pitingo en su famosa canción "Quisiera amarte menos": "… ya lo sé que entre dos que se quieren el cariño distinto ha de ser. Mientras uno entrega su vida, otro solo se deja querer..."
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9. Derecho a sentirse bien con uno mismo
Es bueno darse algún 'capricho' por pequeño que sea. Cualquier cosa que nos hagan sentirnos bien. Cualquier gesto que nos ayude a ser más felices. Desde tomar el sol en un banco de un parque hasta comprar ese dulce que tanto nos gusta.
El psicólogo y escritor Tomás Navarro visita el plató del programa de RTVE "A punto con la 2" para hablarnos de un tema curioso: los derechos asertivos. Un casi decálogo —9 reglas— que nos ayudan a mejorar nuestras relaciones con los demás y a hacer valer nuestros derechos como personas sociales.
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