Reedición del Manual de Antonio Carreño
¿Qué hace que un material publicado en 1934 vuelva a imprimirse los últimos tres años? Es la pregunta que pretenden responder los editores en su contraportada

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Se reedita el manual de don Antonio Carreño para las nuevas generaciones
Convencidos de que muchas de las consideraciones incluidas se mantienen vigentes o son de utilidad en esta época ha sido reimpreso el " Manual de Carreño. Urbanidad y Buenas Maneras ", que el venezolano Manuel Antonio Carreñoescribió en 1853.
Publicado por primera vez aquí en 1934 (Patria), el volumen llega a nuestros días tras haber vendido más de 120 mil ejemplares, gracias a la tercera reimpresión, a cargo de Nueva Imagen, que rescata el texto íntegro y añade algunas anotaciones que ofrecen contexto al lector.
¿Qué hace que un material publicado en 1934 vuelva a imprimirse los últimos tres años? Es la pregunta que pretenden responder los editores en su contraportada, donde aseguran que desde que se escribió el libro ha sido una exquisita obra de consulta.
Y es que para los editores, en esencia, las reglas de cortesía y respeto para los ancianos, damas y superiores continúan siendo las mismas.
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De hecho, añaden, el único cambio que existe en esta edición es que para aclarar el contexto en el que las normas fueron escritas, fueron agregadas algunas notas interesantes, complementarias y bien explicadas de apoyo a los lectores.
De acuerdo con la edición, el saber cómo conducirnos dentro de nuestra casa o fuera de ella, afianza nuestra posición en sociedad y en el mundo moderno, donde nos desenvolvemos, permitiéndonos ofrecer a la sociedad una "carta de presentación" que todos habrán de admirar alrededor de nosotros.
El saber cómo conducirnos dentro de nuestra casa o fuera de ella, afianza nuestra posición en sociedad y en el mundo moderno
La idea de entonces, como la de hoy, es que sin el conocimiento y la práctica de las leyes que la moral preescribe, no puede haber entre los hombres ni paz ni orden ni felicidad, pues la virtud es la base de todos los bienes y el origen más puro de los goces y conveniencias.
Bajo esa premisa, a lo largo de casi 500 páginas, el autor desglosa los deberes morales del hombre, sean para con Dios como para la sociedad; incluidos los deberes para con nosotros mismos; y desarrolla su manual de urbanidad y buenas maneras.
En él desarrolla apartados que van del aseo, al modo de conducirnos dentro de la casa, o en diferentes lugares fuera de ella; del modo de conducirnos en sociedad, según un sinfin de circunstancias.
Incluye un apartado con diferentes aplicaciones de la urbanidad, el cual establece deberes entre padres e hijos; entre esposos, superiores e inferiores; preceptores y alumnos; ricos y pobres; nacionales y extranjeros, etcétera.
El libro concluye con dos artículos que tienen que ver con la correspondencia epistolar, que hoy pareciera aplicar poco en la era de Internet, y que sin embargo se mantiene vigente; así como sobre la conducta de la gente respecto al público.
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