
La correspondencia en los negocios.
La correespondencia de los negocios mercantiles debe ser clara, concisa y terminante.
La correspondencia en los negocios.
La correespondencia de los negocios mercantiles debe ser clara, concisa y terminante. Los ingleses, como los más adelantados en Europa en el giro mercantil, son tan súmamente lacónicos en sus escritos mercantiles que ni tan siquiera ponen la introducción del "Muy Sr. mío" en las cartas, de manera que con cuatro o seis renglones dejan contestada una carta, resultando de esto que un solo hombre hace tanto en un escritorio de Inglaterra como dos o más en las demás naciones de Europa.
Y a la verdad, una carta no es otra cosa que la voz viva del que la escribe, por lo cual comunica al que la recibe su pensamiento o encargo que no puede hacer personalmente por la distancia; así pues, la carta más bien escrita será en nuestro concepto aquella que con más claridad y laconismo manifieste sus ideas o encargos.
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