Urbanidad y preceptos morales
El hombre, antes que todo, debe ser bueno, y cumplir, por lo tanto, todos sus deberes
Urbanidad y preceptos morales
Aquella urbanidad
El hombre, antes que todo, debe ser bueno, y cumplir, por lo tanto, todos sus deberes.
De este precepto general se deducen, entre otros que pudiéramos exponer, los siguientes particulares.
Padres e hijos
El padre tiene la estrecha obligación de procurar el bien de sus hijos, y de alimentarlos, instruirlos y educarlos, física, moral e intelectualmente, para que sean útiles a sí mismos y a la sociedad. Los hijos, en cambio, tienen el deber de amar a sus padres, respetarlos y agradecer sus beneficios.
Hermanos
Los hermanos entre sí están obligados a amarse, respetarse y ayudarse mutuamente.
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Bienhechores
Las personas deben ser agradecidas siempre, demostrándolo, para con sus bienhechores, porque la ingratitud es un defecto moral muy grande y muy aborrecible.
Amigos
Los buenos amigos se ayudan mutuamente, en sus necesidades, siendo entre sí tolerantes con las libertades de buen género propias de la amistad sincera entre personas bien educadas; pero conviene obrar con mucho tacto en la elección de los amigos.
Autoridades
La sociedad necesita darse autoridades que representen la ley y la justicia, sin lo cual sería la primera una completa anarquía. Por eso el individuo debe, hablando en general, respetar las autoridades.
Patria
El hombre debe amar a sus semejantes en general; pero así como ama más a sus padres que a sus hermanos, más a éstos que a sus amigos, y más a éstos que a los simplemente conocidos, debe amar a su patria más que a las demás naciones, y derramar por ella su sangre si es menester, como lo han hecho nuestros antepasados.
Sociedad
El hombre debe guardar a sus semejantes el respeto que se merecen, teniendo presente que el derecho y el deber son, o deben ser, recíprocos. Esto debe hacerlo más especialmente tratándose de la edad y de la dignidad de las personas. Y hasta debe desear y procurar el bien de los demás, sin olvidar el de su propia persona ni olvidar tampoco los deberes que por otra parte se halle obligado a cumplir.
Animales y plantas
Los animales, por regla general, aunque unos más que otros, y como los animales las plantas, son de utilidad suma al hombre, el hombre, pues, está obligado a corresponder a sus beneficios.
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