La ceremonia y fiesta del bautizo
Generalmente son los abuelos o los padrinos de boda de los padres los que sirven de padrino y de madrina al recién nacido
Fiesta familiar: el bautizo católico
El sacramento del bautismo
El bautizo es una alegre fiesta de familia, en que se recibe con placer el nuevo ser que viene a compartir en el hogar las dichas y los dolores de la vida.
Son las fiestas del bautizo análogas a las del matrimonio.
Generalmente son los abuelos o los padrinos de boda de los padres los que sirven de padrino y de madrina al recién nacido. A falta de éstos, los parientes más cercanos o amigos más íntimos desempeñan este cargo y los de testigo, ya se trate del bautismo o de la presentación en el Registro Civil.
El cargo de padrino exige grandes dispendios. La madrina debe regalar el traje de bautizo, la capa y la capota, y el padrino pagar los gastos, las propinas y una gran parte de los dulces, etc., del convite.
Cuando el bebé tiene nodriza, ésta es la encargada de llevarlo a la iglesia o tenerlo en sus brazos en la fiesta de su presentación en el Registro.
"Muchos de los gastos de la celebración y vestuario corren a cargo de los padrinos"
Dicho se está que en las fiestas en que se celebren comida, baile, etc., se sigue el mismo ceremonial de costumbre. Si hay poca gente y no se prolonga mucho, la madre y el niño pueden estar presentes; pero en baile o comida, que no es lo general para los bautizos, que se celebran con un simple lunch, el niño no debe estar presente, y por su estado delicado de salud se disculpa la asistencia de la madre.
Hay que advertir que los deberes y misión de los padrinos no terminan con la fiesta. Los días del ahijado, pascuas, año nuevo, etc., están obligados a testimoniarle su afecto con un regalo.
El primer vestido de corto, el primer trajecito de hombre en los niños, los primeros aretes de las pequeñuelas, el sonajero y otros mil objetos, son siempre regalados por los padrinos.
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En muchas familias se ruega a éstos que designen el nombre del nuevo ser. Es un encargo que no debe aceptarse nunca. Los padres elegirán el nombre de su hijo, y como segundo nombre los padrinos pueden añadir el suyo u otro que les sea querido.
Las tradiciones son muy importantes e influyentes en este tipo de ceremonias. Por ejemplo, en la elección del nombre sigue siendo bastante habitual tomar el nombre de alguno de sus padres o abuelos.
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