Formalidades a utilizar en las cartas familiares.
Correspondencia para asuntos particulares y familiares. Usos y formalidades.
Formalidades a utilizar en las cartas familiares.
Por cartas familiares, según el sentido común, debe entenderse toda correspondencia que no sea relativa únicamente a cosas del real servicio; sino es que se verse en asuntos particulares ya pertenecientes al que escribe, ya a aquel a quien se dirige la carta, ya a los dos, o ya finalmente tratando de asuntos indiferentes, sin más obje to que el de comunicarse los ausentes, "absentium mutuus sermo".
En artículos anteriores se vieron puestos en práctica aquellos principios de urbanidad, deteniéndonos tan solo a decir alguna cosa acerca de los usos y costumbres del día con respecto a los cumplidos, o reglas de urbanidad por ahora admitidas.
Usábase antes, dejar en todas las cartas algún margen a la izquierda del que escribe, cuyo margen era mayor o menor según el mas o menos respeto que se debía a la persona a quien se dirigía la carta, hasta llegar a dejar por margen la mitad de la latitud o anchura del papel, como ahora se practica en los oficios, en los cuales es muy esencial hacerlo asi, porque al margen de estos suelen pedirse y darse informes; y aun es bastante frecuente poner decretos.
Empero no verificándose esto en las cartas familiares, ha variado ya la moda, y ahora en vez de este margen, se estila dejar desde lo alto de la carta por cumplido un espacio proporcionado al respeto que se merece el sujeto a quien se escribe, sin que deje de hacerse en todas las páginas o planas de la carta, aun cuando se escriba a la persona de más confianza, hasta llegar por el mayor cumplido a dejar la mitad de la plana; esto es, que desde lo alto de la carta hasta el primer renglón haya igual espacio que desde él hasta la parte inferior del papel, y esta regla se observa en el dorso y las demás planas.
Las fechas en las cartas de confianza se ponen al principio; pero cuando son de etiqueta o de cumplido está como establecido ponerlas al fin. Lo mismo sucede con el membrete, que se pone al fin en las cartas de ceremonia; y al principio, en donde hay confianza. Quiero decir en aquellas, después de la fecha al fin de la plana, y en esta después de la fecha en renglón separado.
No obstante esta práctica se va introduciendo en las cartas de mediana confianza, comenzar por el nombre de la persona a quien se escribe y poner después la fecha. Y aun este método parece el más conforme a las reglas de buena crianza; porque es como un acto de política antes de tomar la palabra, nombrar la persona a quien se dirige, como para saludarla.
Suele también ponerse el pueblo a donde va la carta dirigida, y se coloca en el mismo renglón del membrete a la derecha, o al fin de él en toda especie de carta.
En las cartas donde hay más llaneza, ora por el parentesco, ora por la amistad íntima, u ora finalmente por la inferioridad de la clase a quien se escribe, no se acostumbra a poner el nombre por separado, y se le nombra únicamente al comenzar la carta uniéndole el adjetivo correspondiente al estilo de ella; como "mi estimado Antonio", "querido Sánchez", "amada Esposa"; y a los padres por una especie de respeto filial tampoco se pone membrete al fin, ni al principio sus nombres.
El cumplido de más etiqueta al comenzar la carta es: "Muy señor mío", a lo cual algunas veces suele añadirse otros dictados como: "Mi amado Protector" y "muy señor mío", u otros semejantes. Cuando no es de tanto cumplido se acostumbra otras veces: "Muy señor mío y "mi dueño"; o "Muy señor mío y amigo". Si es de menos cumplimiento: "Mi apreciable amigo y señor", o "dueño", etc.
Al fin de la carta, el cumplido de ceremonia es B.L.M. y B.L.P.P. a excepción de los casos que previene el citado artículo 5 de las reales ordenanzas. Pero en habiendo una mediana confianza suele suprimirse, sustituyéndole otras expresiones afectuosas, y correspondientes al estilo de la carta, como todo más bien podrá conocerse por los ejemplos prácticos.
Nota.
B.L.M. Beso la mano.
B.L.P.P. = Beso los pies.
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