
Deberes de urbanidad para con los iguales y los inferiores.
Cómo debe proceder una niña bien educada con estas personas.
La urbanidad para con los iguales y los inferiores.
¿Cuáles son los iguales de una niña?
Sus hermanas y sus amigas o compañeras,
¿Cómo debe tratarlas?
Con franco y leal cariño, evitando desagradarlas, soportando en lo posible sus defectos y haciéndoles cuantos favores pueda, con lo que se granjeará su estimación y confianza.
¿Qué actos debe evitar escrupulosamente una niña, aun en presencia de sus amigas de mayor confianza?
Los actos groseros e inciviles que pueden tomarse por faltas de educación, como bostezar, eructar, estornudar o sonarse con ruido; rascarse, desperezarse, mecerse en las sillas, hurgarse con los dedos en la nariz, la boca o los ojos, poner una pierna sobre otra, reclinarse en los muebles, vestirse o desnudarse, cortarse las uñas, leer o cantar mientras le hablen, escupir o toser sin volver la cabeza, etc., etc.
¿Quiénes son los inferiores de una niña?
Aunque debe acostumbrarse a las niñas a no creerse superiores a nadie, para no arraigar en su alma el vicio del orgullo, es lo cierto que las desigualdades de posición y fortuna hacen que haya personas colocadas, directa o indirectamente al servicio de una niña. Están en este caso las criadas o criados de su casa, así como también, aunque de un modo más remoto, los dependientes o jornaleros de sus padres.
¿Cómo debe proceder una niña bien educada con estas personas?
Con atención y bondad, evitando la excesiva familiaridad, que puede ser causa de que la falten al respeto: pero huyendo también de manifestar desprecio y altivez, porque en este caso llegaría la niña a hacerse insoportable y odiosa a los que, no por verse precisados a servir a otros, dejan de tener sentimientos de dignidad.
¿Son aplicables estos preceptos, no ya sólo a las niñas, sino a las señoras de una casa?
Sí, porque las amas de casa, sin dejar de reprender a sus sirvientes cuando sea necesario, y siempre con la moderación que impone el respeto al decoro ajeno, deben mandar a sus inferiores con dulzura, manifestando más bien deseo que voluntad imperiosa y huyendo de la acritud y de la soberbia, aun en el sensible caso de tener que despedir a sus criados por las faltas que cometan en el servicio.
¿Qué debe hacer una niña cuando un criado o criada le falta al respeto?
Debe evitar el reprenderles por sí misma, porque siempre es ridículo que una niña regañe a una persona entrada en años; pero dará cuenta a sus papas de lo ocurrido, sin falsear ni exagerar los hechos.
¿Qué deben tener presente las niñas para el caso en que cualquier persona las insulte con grosería?
Que las personas dignas y bien educadas no deben contestar con insultos a los insultos, lo que las rebajaría al nivel de sus ofensores, sino con la templanza y serenidad que acompañan siempre a la razón y la justicia. Es regla general, en toda disputa, que el que más alza la voz y más se descompone, es el que no tiene la razón.
-
8288
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Hay hombres instruidos que hacen vanidad de su saber, hablando siempre en tono magistral, y decidiendo sin apelación.
-
La pieza destinada para comer, estará ordinariamente montada con menos aparato que las piezas de recibo
-
Al entrar en una iglesia, si está el Santísimo expuesto, se debe hacer la genuflexión hincando las dos rodillas, inclinando la cabeza y santiguándose.
-
Ser agradable es: poseer 'don de gentes'; 'tener ángel'; ser 'persona bienquista'; disfrutar de benévola acogida en todas partes; gozar, por la virtud del propio mérito...
-
Si los hombres no se adulasen unos a otros, no habría sociedad.
-
El respeto que se debe al prójimo no permite, al hablar de alguien, golpearse la frente con el extremo del dedo para indicar que es una persona aferrada a su sentir y a su propio juicio
-
El comportamiento en los espacios públicos es importante para no quedar como un niño poco educado
-
Se cuidará mucho de no ocupar los asientos con objetos y no llevar perfumes exagerados ni alimentos de olor fuerte que puedan incomodar a los otros viajeros.
-
No olvidéis que el desventurado tiene necesidad de hablar de sus desgracias, pues mientras derrama sus angustias en el pecho de los demás siente como se aligera su peso.
-
Parece a primera vista que nuestras pasiones y vicios deben dañar solamente a nosotros mismos; pero al mismo tiempo que nos depravan, son funestos a los que nos rodean.
-
Debemos respetar a nuestros semejantes, y evitar que exista cualquier tipo de enemistad o rencor.
-
Las adulaciones y lisonjas son propias de cameladores que no buscan el bien ajeno sino el propio.