De la inscripción o calificación de las cartas.
Se llama inscripción el título que se da a los sujetos a quienes se escribe, y se pone al principio de la carta.
De la inscripción o calificación de las cartas.
Se llama inscripción el título que se da a los sujetos a quienes se escribe, y se pone al principio de la carta. Esta inscripción varía según la calidad de las personas. Cuando es al Rey o Reina, se pone al principia de la carta la palabra Señor o Señora, y en lo demás del escrito V.M. -Vuestra Majestad-.
A un Príncipe o Princesa de la familia Real se pone Serenísimo Señor o Señora, y en lo demás del escrito V.A.S. -Vuestra Alteza Serenísima-.
Si escribís a alguna dignidad o corporación, el título respectivo que tengan. Serenísimo Señor -Sermo. Señor-, Excelentísimo Señor -Excmo. Señor-, Ilustrísimo Señor -Ilmo. Señor-, y en el cuerpo de la carta se debe indicar S.A. -Su Alteza-, S.E. -Su Excelencia-, V.I. -Vuestra Ilustrísima-., etc.
A las señoras casadas se las da el mismo tratamiento que a sus esposos, y a las solteras solo el de Señorita.
Entre la calificación y el principio se la carta se deja un intervalo mayor o menor, según el respeto que se debe a la persona a quien se escribe. Se deja también debajo de la misma página un espacio de dos o tres dedos, y a la vuelta se empieza a la misma altura donde se puso el título de Señor o Señora.
-
15706
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
No conducirse con otro como no querría que se condujesen con él mismo
-
Sugerencias y consejos para servir la mesa de forma correcta.
-
Llegados al término del viaje nada se deben los unos a los otros sino un saludo urbano, y algunos deseos lisonjeros.
-
La urbanidad es una parte esencialísima de la buena educación, y contribuye mucho a hacernos amables a nuestros semejantes
-
Las reglas de urbanidad son las que fomentan y conservan las sociedades.
-
Todas las acciones nuestras que en las vicisitudes socíales y en la conversación común ahorran incomodidad, tiempo y trabajo a nuestros semejantes.
-
Debe, pues, alabarse a tiempo y con medida. Hay alabanzas tan excesivas que por lo mismo se declaran a sí mismas, convirtiéndose en sátiras.
-
Dirigir un escrito a una personalidad o autoridad requiere conocer ciertas reglas de cortesía que deben seguirse
-
La escritura es el maravilloso arte que da color y cuerpo a los pensamientos.
-
El hombre de bien debe procurar adquirir conocimientos que le sean útiles para su vida diaria.
-
Comportamiento de las niñas cuando juegan con amigas o compañeras.
-
De las condiciones que la cortesía pide que acompañen a las palabras.