Cosas que no debemos hacer cuando vamos a hacer la compra en un supermercado o cualquier otro establecimiento similar
Consejos para hacer la compra con buenos modales cuando nos vamos a hacer la compra
Consejos para evitar algunos errores de etiqueta cuando hacemos la compra
No es lo mismo 'hacer la compra' que 'ir de compras'. Cuando hablamos de 'hacer la compra' nos referimos a ir al supermercado, a la tienda de ultramarinos, al mercado, etcétera. Pero, si hablamos de 'ir de compras' nos solemos referir a comprar todo tipo de cosas como ropa, regalos, etcétera, que no son alimentos u otros productos de alimentación. La diferencia está en el tipo de productos que se adquieren.
Hacer la compra no suele gustar mucho, porque se trata de una tarea bastante rutinaria y poco estimulante -aunque hay gente para todo-. Pero, que no nos guste, no quiere decir que se haga con malos modales. Mejor dicho, que no tengamos un buen comportamiento en el supermercado que repercute en los demás clientes y en los empleados del establecimiento. Un consejo: no hacer la compra si estamos enfadados o muy cabreados. No solo repercutirá en nuestro comportamiento, también en el tipo de artículos que vamos a comprar.
9 Consejos para ser un cliente educado y con buenos modales
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1. Cuidado de niños y mayores. Si vamos acompañados a la compra, debemos poner 100 ojos -como diría mi madre- si tenemos niños pequeños o personas mayores que puedan ser como niños. Cuidado con lo que hacen, e incluso con lo que dicen.
2. Tocar productos. No se toca lo que no vamos a comprar. Sobre todo si es un artículo que no está envasado, como la fruta, productos a granel, etcétera. Podemos tomar un envase para mirar sus características, pero nada más.
3. El que rompe, paga. Hemos hablado de tocar o tomar un producto para ver sus características. Pero, tenemos que recordar que si lo rompemos, lo tenemos que pagar. Esto suele ocurrir con mayor frecuencia con envases frágiles como los de cristal. Hay que moverse con cuidado porque podemos tropezar y si rompemos algo, hay que pagarlo.
En este apartado, vamos a hacer un pequeño añadido. El que abre un producto, también lo paga. Si el niño abre un paquete de galletas, una bolsa de patatas, etcétera, hay que pagarlo. Hemos puesto niños, aunque desgraciadamente, también lo hacen los adultos.
4. Dejar las cosas en su sitio. "Me lo he pensado mejor y no lo quiero". Ok, perfecto. Pero hay que dejar el producto en el mismo lugar en el que fue recogido. Si todo el mundo deja los artículos que no quiere en el primer sitio que encuentra, sería un desastre. Un poco de educación. No cuesta nada volver al estante donde recogimos el producto.
5. Atropellos. Son muy habituales. Sobre todo en fechas señaladas o a ciertas horas del día, cuando hay mucha gente. Hay que conducir con cuidado nuestro carrito, incluso nuestra cesta con ruedas. Si tropezamos o 'atropellamos' a otra persona, pedimos disculpas. No saben cuánta gente se hacen los locos y miran para otro lado. Un poco de educación, no cuesta nada pedir disculpas.
6. 'Robar' de otros carros. Hay algunos espabilados que por ahorrarse un paseo o porque ya no queda el producto en oferta que buscan, lo roban de otros carritos cuando el cliente está despistado. NO. Si queremos algo, podemos tratar de hablar con el dueño del carrito y contarle la necesidad de tener ese artículo.
7. Hacer tapón. Si hacemos la compra de forma habitual en un establecimiento, es normal encontrarse con familia, amigos o conocidos. Si vamos a charlar un rato, nos debemos apartar para no estorbar al resto de los clientes. Buscaremos un sitio donde no molestar. Cuidado con colocarse tapando las puertas de emergencia, puertas de salida y entrada de mercancías, etcétera.
8. Los brazos por delante no. Como en la mesa, no debemos pasar el brazo por delante de nadie para agarrar un producto. Esperamos a que el cliente se mueva y nos deje sitio, o bien le podemos pedir que nos lo acerque si es tan amable. Hay que respetar el espacio personal de los clientes.
9. Respeto y consideración. Los empleados del establecimiento están para atender y ayudar, pero no son nuestros sirvientes. Hay que tratarlos con respeto y educación. Si tenemos un problema, pediremos que avisen al encargado, pero no la podemos tomar con el empleado. Aunque el maleducado sea el empleado, no el cliente, es mejor pedir que avise al encargado o supervisor. Para eso está.
Terminamos la compra, es la hora de pagar
Además de hacer la compra, hay que pagarla. También en la caja, hay que ser lo más amables y educados que podamos.
1. Caja exprés. Como su nombre indica, es una caja ideada para personas que hacen una pequeña compra y no tienen que esperar en otras cajas. En la propia entrada de la caja pondrá el número de artículos que se considera una 'pequeña compra'. No seamos tan listos y pongamos en un compromiso a la persona de la caja. Seguro que no somos los únicos que tenemos prisa, pero hay que respetar las normas del establecimiento.
2. Llamada inoportuna o encuentro casual. Mejor, que nos llamen más tarde o hagamos una llamada más tarde. No es de recibo charlar por teléfono mientras nos cobran o hablar con otra persona de la fila sin atender al personal de la caja. Retrasará a todos los clientes que esperan detrás de nosotros. Quién no ha visto a esa persona que le preguntan, ¿quiere una bolsa?, ¿va a pagar en efectivo?, etcétera, y no hace ni caso porque no le está prestando atención.
3. Pago en efectivo. En el punto anterior hablamos de pagar. Si lo vamos a hacer en efectivo, hay que tener el dinero, más o menos preparado. No debemos buscar en la cartera, en el bolso del abrigo, en el bolsillo del pantalón o camisa, etcétera, monedas y billetes para completar el importe. Hay que ser un poco más previsores antes de llegar a la caja.
4. Colarse. Como en cualquier otra cola -del cine, concierto, teatro, etcétera- hay que respetar los turnos. Nada de ver a un conocido y tratar de colarse. O dejar el carrito en la cola para seguir haciendo varias compras. Un olvido lo tiene cualquiera. Ser un caradura, es otra cosa.
Al salir del establecimiento, debemos dejar el carrito, la cesta o lo que hayamos utilizado en el sitio destinado a tal fin. Seguro que los clientes que llegan agradecen encontrar un carrito, cesta o lo que sea, sin tener que buscarlo por todo el establecimiento.
Si seguimos estas sencillas reglas de cortesía y buena educación, podemos ayudar a hacer que la tarea de ir al supermercado sea más agradable para todos.
El respeto es fundamental en cualquier lugar, y el supermercado no es una excepción. No hay que dejar los buenos modales y la buena educación a la puerta del establecimiento donde hacemos nuestras compras.
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