
Protocolo del dolor.
Todo atado y bien atado dentro de los que ellos llaman lo políticamente correcto.
Otros actos luctuosos son los institucionales, esos que los medios de comunicación nos muestran y que son organizados por y para la oficialidad con todo detalle. Los partes más implicadas en esos actos nombran a sus encargados de protocolo que se reúnen con la intención de llegar a un consenso en cuanto al día, la hora, el lugar y otros aspectos de interés.
La negociación distinta en cada caso y siempre en función de la magnitud del acto terrorista trata las zonas que cada colectivo acreditado debe ocupar, las filas y asientos en función del cargo, el color y la ubicación de los reclinatorios, los gestos, los tiempos, las declaraciones, las lecturas, los oficiantes...
Todo atado y bien atado dentro de los que ellos llaman lo políticamente correcto. Nada queda para la improvisación dentro del ceremonial, ni los propios sentimientos. Los asistentes con acreditación oficial están preparados para conservar la serenidad, mostrar calma en esos momentos tan duros, dar consuelo y ánimos a los que han sufrido la perdida del ser querido; y salvo excepciones, no lloran, y si lo hacen, a pocos se les nota las lagrimas, y en sus rostros se les ve la contenida pena, cada uno la suya y todas distintas.
A veces surgen gesto de dolor, un sollozo, un llanto que irrumpe en el recinto y altera el solemne silencio; suele ser alguien que no ha firmado ese protocolo oficial, alguien que de verdad sufre ese dolor, un padre, una madre, un hijo, una esposa, un hermano, una novia, un amigo... un doliente.
La muerte y su duelo tiene unas formas sociales muy arraigadas entre nosotros, costumbres que el pueblo a veces cuestiona, pero que acepta y que cada uno llegado el momento las mantiene. El dolor por las victimas del terrorismo además tiene su protocolo.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cuestiones tan básicas como saber dar un buen apretón de manos o observar las normas de higiene personal pueden parecer evidentes, pero no siempre están al orden del día
-
Una silla colocada en un mal lugar en la Casa de la Libertad de Sucre colmó la paciencia del jefe del MIR, Jaime Paz.
-
El protocolo es orden y sentido común. Si el protocolo no existiera sería preciso inventarlo.
-
Reclamación de cuatro aristócratas por la posesión de un título nobiliario.
-
Fernando Almansa, jefe de la Casa Real desde 1993, abandonará su cargo a finales de año y será sustituido por Alberto Aza.
-
Problemas con el protocolo y la visita del Papa a Grecia.
-
El paraguas no está prohibido por el protocolo, pero no es el elemento más adecuado para una boda real.
-
El director general de LA NUEVA ESPAÑA, José Manuel Vaquero, pronunció la lección de clausura del curso: Experto en protocolo, ceremonial, heráldica y vexilología.
-
La prometida del príncipe Felipe intercambia comentarios con el conocido cronista real Jaime Peñafiel.
-
El protocolo es una herramienta que proporciona las pautas más adecuadas para la organización de acto
-
Con la entrega de diplomas a los 36 alumnos y alumnas inscritos, concluyó el pasado sábado el curso de protocolo social celebrado en el hotel Morase de Tudela
-
Eduard Subirà manifestó que no conviene olvidar que el marco en que se celebró la Boda de Estado es el religioso.