Blanco Amor y las buenas maneras.
Escribe este autor ourensano que 'la cortesía no es una categoría del saber, sino del ser y cuando mucho del sentirse'.
Blanco Amor y las buenas maneras.
Posiblemente muchos desconozcan una obra de Eduardo Blanco Amor, que ni siquiera alcanza la sombra de otras más célebres como "A Esmorga", "Xente ao lonxe" o "La catedral y el niño". Nos estamos refiriendo a "Las buenas maneras, (tratado de urbanidad para mayores)", editada en 1983. En la portadilla del libro se recoge que "la ironía y el fino sentido del humor que rezuman cada una de sus páginas, lo convierten en una especie de sociología de lo cotidiano en la que el entorno ambiental está captado con exquisita inteligencia".
Escribe este autor ourensano que "la cortesía no es una categoría del saber, sino del ser y cuando mucho del sentirse". Blanco Amor en esta publicación, ciertamente enfoca la cuestión de la urbanidad y la cortesía tamizada por un crisol único, expresando su crítica hacia quienes en aras a exhibir una elegancia social, visten de cara a la sociedad "demasiado bien, con preocupación excesiva".
Sobre los niños, sostiene que "suelen ser manantial inagotable de descortesías en orden a lo aparente" y explica que "el estado de irresponsabilidad moral y de insensibilidad ceremonial de estos seres angelicales, hace que tales descortesías sean perfectamente adjudicables a sus padres o curadores que los educan".
Habla también sobre la "pragmática de la mesa", la urbanidad en el comer, subrayando que el hecho de convidar a comer "arrastra una serie de simbolismos arcaicos que exceden al homenaje implícito en el costo de los manjares y sella un cierto grado de confianza que no rige en los otros usos de la convivencia".
Otras recomendaciones que recoge Blanco Amor en esta publicación, son que en el ámbito regido por la cortesía "no ha de preguntarse jamás nada cuya respuesta no puedan oír todos" o que "las indirectas testimonian malísima educación, por muy agudas que puedan parecer" o también que "no hay que palmear los hombros ni sobar los brazos de las personas que llevan ropas claras, lo que ocurre generalmente en verano. No es sólo asunto de cortesía, sino también de tintorería".
Sin duda se trata de una curiosa obra de nuestro insigne autor y con la que aporta su peculiar punto de vista sobre la urbanidad y las buenas maneras, algo que, aunque a veces se frivolice sobre ello, siempre acaba siendo más serio de lo que parece, pues los buenos modales son un signo de distinción de quien los exhibe.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Protocolo y liderazgo: las mujeres son activas protagonistas en los grandes cambios de la sociedad
-
Se nos jubila alguien muy importante para la ciudad y los periodistas.
-
Uno creía que precisamente el protocolo lo tenía todo ya controlado y que no hay nada que debatir.
-
La Pedagogía Social del Protocolo y el Protocolo como Ciencia, ejes del XIV Curso Complementario de Comunicación y Protocolo en la Universidad de Vigo.
-
El subdirector general de Protocolo de Presidencia del Gobierno, Ramón María Moreno González, apostó ayer en La Granda por "esperar una atmósfera más conveniente" antes de cambiar la normativa protocolaria.
-
El departamento de Estado, hace pública una lista con los regalos que el Presidente ha recibido el pasado año.
-
Me comprometo a participar de forma voluntaria y hacer cola y ser un ciudadano civilizado para alcanzar la gloria para nuestra madre patria y conseguir honor en los JJOO.
-
Don Juan Carlos ha concedido nuevos títulos nobiliarios a personalidades destacadas de los diversos ámbitos de la sociedad española
-
La Universidad Nebrija ha celebrado con una Gala en el Real Casino de Madrid la primera edición del certamen Nebrija Event Date
-
Cabe destacar la conferencia inaugural en la que el perfume será el motivo para establecer el proceso creativo y comunicativo.
-
Este libro de Germán Peters Olivares es una delicada introducción al mundo fascinante de los deportes olímpicos.
-
Los profesionales de la organización de eventos consideran que no se conoce su labor y denuncian el intrusismo.