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Nueva caballerosidad.

Ser un caballero moderno te ayudará cuando trates de iniciar una conquista amorosa o para impresionar en el trabajo.

El Universal de México
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Ser un caballero moderno te ayudará cuando trates de iniciar una conquista amorosa o para impresionar en el trabajo.

La caballerosidad no está pasada de moda. Ser encantador, respetuoso y tener buenos modales te convierte en un caballero moderno. No es tan difícil, sólo debes dejar a un lado tus malas costumbres y permitir que fluya esa personalidad exquisita que hay en ti.

Si crees que tomar esta actitud te costará trabajo y no te servirá de nada, te equivocas: te será muy útil para emprender exitosamente una conquista amorosa y también para proyectar una imagen impecable en cualquier situación social o profesional.

Al respecto, nos habla David Navarro Martínez, director de Imagen Excellence Consultores, firma especializada en la consultoría y capacitación en imagen de empresas y altos ejecutivos, y para complementarla, la opinión joven de los actores Thali García y Patrick Fernández.

Educación ante todo.

"Los primeros caballeros surgieron en la Edad Media. Su misión era cuidar del rey y de sus normas; eran los fieles guardianes del orden. Hoy, la caballerosidad está más ligada al ámbito social; en el aspecto profesional, se deben observar buenas maneras y cortesía", explica David Navarro.

Thali opina: "Actualmente tiene que ver con el respeto que los hombres te tengan; que te cuiden y les importe que estés cómoda".

Patrick señala: "La caballerosidad ha evolucionado. Es reflejo de buenos modales y educación. Tiene que ver con ayudar a quien lo necesita, a una persona mayor para cruzar la calle, o el ser comedido".

Lo elemental.

Existen algunas reglas que lejos de estar pasadas de moda, sencillamente responden al sentido común; éstas debes aplicarlas siempre, si quieres ganarte la reputación de un hombre cortés y bien educado.

Por ejemplo, si subes la escalera con una mujer, hazlo detrás de ella (por si llegara a caerse) y si van bajando, ve adelante de ella (por la misma razón); en una puerta normal, ella debe pasar primero; en una giratoria, debes hacerlo tú.

Si vas caminando por la calle con ella, tú debes hacerlo del lado exterior. Esta costumbre data de los tiempos de los carruajes, cuando las damas podían ser salpicadas por el agua de los charcos pisada por los caballos o las ruedas de los carros, pero aún es una regla básica de la cortesía, porque los autos también suelen levantar agua y lodo.

"Las reglas de la caballerosidad son mensajes no verbales que comunican mucho de tu personalidad", señala el experto.

No lo olvides: en una reunión, nunca te sientes hasta que tu acompañante lo haga primero. Si no hay algún mesero cerca, tú debes ayudarla a retirar la silla y, una vez sentada, a acomodarse.

Respecto al plano profesional, "en una cita de negocios no debe besarse en la mejilla a ninguna mujer, a menos que ella se acerque primero o exista una relación amistosa previa", advierte Navarro Martínez, comunicólogo por la Universidad del Valle de México y Maestro en Imagen Pública por el Colegio de Consultores en Imagen Pública.

 

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