¿Civismo o Convivencia? Publicidad de los Manuales de Urbanidad.
No queda claro si lo que preocupa al primer edil son los comportamientos que afean la mejor ciudad del mundo o la larga crisis de la vida urbana en común.
Ahora toca hacer publicidad de los manuales de urbanidad. Eso parece desprenderse de la campaña del alcalde de Barcelona para que seamos cívicos. No queda claro si lo que preocupa al primer edil son los comportamientos que afean la mejor ciudad del mundo o la larga crisis de la vida urbana en común.
No es lo mismo civismo que convivencia. Lo primero puede no ser otra cosa que un pacto estético para mantener la ciudad ordenada.
Convivir es reconocer que necesitamos al otro para vivir, para ser personas. La convivencia supone, además, una sociedad poco desigual, sin injusticias irritantes. Señor alcalde, haga campañas cívicas, pero para defender lo común, lo público, lo colectivo. Venda comunidad e igualdad.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Ser un caballero moderno te ayudará cuando trates de iniciar una conquista amorosa o para impresionar en el trabajo. -
Se habla de la pérdida de los 'valores' como el origen de los problemas que nos agobian. -
¿Por qué todavía hay gente que no se comporta bien en la calle y los transportes públicos? -
¿Por qué no quemar a nuestro invitado si se muestra descortés? Resultaría inocente y hasta divertido prenderle fuego -
En sus próximas vacaciones no lleve solamente sus maletas y su familia. Lleve consigo su buena educación y su cortesía -
La mirada de la personal shopper escruta los pequeños objetos que parecen al mismo tiempo elegantes y subversivos -
Si la urbanidad es necesaria en general, no es menos indispensable en particular. -
La visita como práctica social ha caído en desuso, todavía acudimos de vez en cuando a casa de amigos y familiares para ver su casa -
En nuestros tiempos hay dos cosas que se han olvidado: dar las gracias y pedir perdón. -
Lo que vemos a nuestro alrededor son muestras de lo que toda la vida hemos dicho que es de mala educación y que sin embargo nos vemos obligados a aguantar y hasta a tolerar -
Los jóvenes formados en las escuelas de la Iglesia son tan maleducados, en el sentido tradicional del término, como los formados en escuelas laicas. -
Después de algunos de los oprobios en los modales del verano cabe preguntarse si existe salvación o el pueblo español está abocado a reiterarse