Replicar y contradecir en sociedad.
Replicar y contradecir en sociedad.
Replicar y contradecir en sociedad.
Si nos vemos precisados a contradecir a una persona, no hemos de desmentirla abiertamente diciendo: "no hay tal; miente Vd.; eso es falso", según acostumbra la gente sin educación; en dicho caso nos valdremos de estas expresiones: "Vd. me disimulará, pero creo que anda equivocado; o dispénseme Vd., caballero, si le digo que su opinión no me parece la más acertada; siento no estar conforme con el dictamen de Vd., pero en mi concepto debe ser así... etc.".
También se puede suavizar la réplica presentándola como una duda modesta, o como el deseo de una explicación más clara, v.gr. -verbi gratia-: "acaso esto no será enteramente exacto o estaré mal informada; hágame Vd., pues, el favor de explicarme cómo puede ser... porque yo tengo entendido que esto es de este modo, o del otro, etc.".
-
13098
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El espíritu de urbanidad es cierta atención a que nuestras palabras y modales hagan que los demás queden contentos de sí mismos y de nosotros.
-
Los puntos principales de los artículos sobre los modales, el mundo y la murmuración.
-
La voluntad y los puntos básicos para el cuidado del alma.
-
Una carta no es otra cosa que una conversación escrita, y debe emplearse en ella un estilo fácil, natural y sencillo.
-
La virtud resplandece en medio de la obscuridad de una vida retirada; y como siempre se abre camino, temprano o tarde llega a ser recompensada.
-
El comportamiento en la calle debe ser correcto en todo momento, evitando hacer cualquier cosa que pueda molestar a los transeúntes.
-
Reglas sencillas de cortesía, de buenos modales y de instrucción para las niñas.
-
El placer que resulta de una visita trae consigo la obligación de devolverla a las personas iguales.
-
Cuando queramos dar una reunión, convidaremos verbalmente a las personas de nuestra confianza, y por escrito a las de etiqueta.
-
Las teorías filosóficas mal digeridas y las extravagancias literarias de algunos autores desequilibrados, necios o eunucos de ingenio, les torcieron el camino a muchas personas.
-
Debemos abstenernos de hacer comparaciones, en especial si recaen en dos o más individuos de una misma reunión.
-
En la mesa no tomaremos en las manos, ni tocaremos otra comida que el pan destinado para nosotros.