
Obligaciones del hombre. De la ejecución de las determinaciones de la voluntad.
La voluntad y los puntos básicos para el cuidado del alma.
De la ejecución de las determinaciones de la voluntad.
Cuando después de examinada maduramente una cosa, conocemos que conviene hacerla, es necesario que pensemos en los medios para ejecutarla mejor. Para esto en su ejecución debemos evitar dos extremos, el de la pereza, y el de la precipitación.
Cuando se trata de hacer alguna cosa buena y útil, no nos hemos de arredrar por la fatiga o las incomodidades que consigo traiga, sino emprenderla con vigor y con resolución; pues lo que la pereza abulta, la diligencia lo allana.
Demos principio a ella con la mayor presteza posible, acordándonos de aquellos refranes que dicen, que el que tiene tiempo no espere al tiempo, y que la ocasión es calva, y una vez perdida, no vuelve a hallarse.
Si encontramos algún obstáculo en la ejecución, no nos hemos de espantar; sino perseverar con firmeza y constancia, acordándonos de que con la paciencia y el trabajo todo se alcanza.
Con igual cuidado que evitemos la pereza y la lentitud, debemos huir de la demasiada precipitación. El que hace las cosas muy deprisa, por lo regular las hace mal; pronto y bien rara vez juntos se ven. Así aunque es razón hacerlas con prontitud y diligencia, debe no obstante emplearse en ellas el tiempo necesario y el debido cuidado para que salgan bien.
Resumen de las cosas precedentes.
Redúcense pues nuestros cuidados para con nuestra alma a:
- procurar enriquecer el entendimiento con útiles conocimientos;
- cultivar la memoria, para conservarlos después de adquiridos;
- arreglar sabiamente la voluntad a los preceptos de la virtud, honradez y prudencia;
- y ejecutar lo que éstas nos inspiren con presteza y con cuidado al mismo tiempo, evitando por una parte la pereza, y por otra la precipitación.
-
6240
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El arte de trinchar fue mirado por nuestros antepasados como tan esencial que era, entre las personas bien educadas, una cualidad indispensable
-
De pequeños nos repiten a diario que lo importante es tener buenas maneras...
-
Cuando se refiere un suceso, no debe ahogarse a los oyentes con un diluvio de noticias preliminares.
-
El comedor de la casa solía ser la habitación más espaciosa y mejor adornada de toda la casa.
-
Los jueces reales llegaban a tal exceso de venalidad en Inglaterra, que en 1229 fueron acusados criminalmente y declarados culpables y condenados a multas proporcionadas a sus delitos.
-
Se puede y aun se debe establecer una especie de decoro entre los amos y los criados.
-
Por cortesía, se debe tener siempre la boca limpia, y para ello conviene lavarla todas las mañanas; pero no se debe hacer en la mesa o delante de otros
-
La educación y el comportamiento correcto en los espacios públicos.
-
Los príncipes a quienes en los pasados siglos había causado espanto la potente nobleza, aprovecharos todas las ocasiones de mermar sus privilegios
-
El vestido debe corresponder a las posibilidades, por lo cual, así el exceso como la mezquindad son dignos de censura.
-
Es cómodo ampararse en un refrán para no hacer el sacrificio de un defecto, para no renunciar a un modo de ser...
-
El hombre juicioso sigue la moda sin afectación, y procura que se advierta más bien en su modo de vestir un buen gusto, que lo que se llama última moda.