Nociones de urbanidad.
Es la manera de portarnos correctamente con nuestros semejantes. La acción o demostración con que una persona manifiesta a otra la atención, respeto o afecto en que la tiene.

Juventud Rural. Nociones de urbanidad.
El sabio Licurgo, gobernador de Grecia, quiso demostrar al pueblo la necesidad de la buena educación. Con tal fin tomó dos cachorritos que habían nacido juntos, y enseñó a uno a cazar, mientras que al otro le dejó sin enseñanza. Cuando los perritos fueron mayores, reunido el pueblo, mandó traer los canes. Ante ellos un criado ponía un plato de carne y una liebre. El uno se echó sobre el plato y el otro se lanzó a correr tras la liebre.
Licurgo dijo al pueblo: " Ved los resultados de la diferente educación ".
Cornelia, insigne matrona romana, dedicó su vida y hacienda a la educación de sus hijos los Gracos. De ella se refiere que, habiendo ido a visitarla una amiga, y tratando de darla envidia, mostrando sus joyas, y excitándola a enseñar las suyas, la ilustre hija de Escipión, llamó a sus dos hijos, y se los presentó a la frívola dama, diciendo: "He aquí mis joyas".
Efectivamente, Tiberio, el mayor, fue nombrado, por su educación, tribuno de la plebe, y propuso nuevas leyes agrarias; Cayo, igualmente, obtuvo el tribunado.
Un movimiento educativo se siente en el mundo de las grandes ciudades; es sensible no alcance a nuestros pueblos por falta de medios adecuados o de dirección.
La urbanidad no es la educación en toda su extensión.
Educación, siguiendo al Padre Manjón, es: Desarrollar, cultivar o perfeccionar cuantos elementos o gérmenes de perfección física y espiritual, individual y social ha puesto Dios en el hombre.
El hombre viene al mundo como "tabla rasa en la cual nada hay escrito"; viene con el "fomes peccati" que le inclina al mal; con un cuerpo débil que necesita desarrollo.
La educación es la encargada de proporcionar a la inteligencia los conocimientos (educación intelectual), fortalecer la voluntad para seguir a la razón, sujetando los apetitos desordenados (educación moral), y mediante ejercicios físicos reglamentados adquirir el desarrollo del organismo (educación física).
Las tres tienen íntima relación, y si hay que admitir excepciones, sin embargo, prevalece el aforismo clásico "Mens sana in corpore sano". (Alma sana, en cuerpo sano).
La educación es eficaz, influye y modifica al individuo por ser el hombre un ser perfectible ...
Con esto, no admito su "omnipotencia", como Helvecio y algún otro pedagogo. Los hombres reciben de Dios distintas aptitudes, los "talentos" como dice el Evangelio; por esta razón, no todos los hombres pueden ser sabios, aunque sí santos, porque Dios Nuestro Señor exige según lo que da: al de cinco como cinco, y al de uno como uno ...
"La educación es eficaz, influye y modifica al individuo por ser el hombre un ser perfectible"
El hombre es sociable por naturaleza. Después que hizo Dios el hombre, dijo: "No es bueno que esté solo; hagámosle ayuda y compañía semejante a él".
Existe entre los hombres un sentimiento de comunidad, de mutua ayuda, que los obliga a relacionarse, a estrechar los lazos. Si se quiere conservar esta relación, es necesario guardar ciertas formas exteriores, formas que constituyen la Urbanidad.
Urbanidad.
Es la manera de portarnos correctamente con nuestros semejantes. La acción o demostración con que una persona manifiesta a otra la atención, respeto o afecto en que la tiene.
Mira directamente a lo exterior, no a la perfección de nuestras facultades; se confunde con lo que se llama buen tono, trato social; no es, pues, más que un conjunto de reglas, manera de ser, de hablar y obrar de las gentes bien educadas. Es un arte.
La democratización de nuestros tiempos han dado al traste con aquel protocolo interminable de reglas cuya exigencia hacía imposible el acceso de la clase media y humilde a las casas de los nobles; no obstante, las reglas esenciales de la Urbanidad la reclaman hasta las personas de inferior categoría social, si desean su convivencia. Es indispensable para la vida el que los hombres sean agradables los unos para con los otros, si se quiere que la sociedad pueda cumplir su fin. La Urbanidad es medio eficacísimo de ejercer sobre nuestros semejantes poderoso ascendiente, haciéndonos gratos a cuantos nos rodean.
¡Cuántos negocios de importancia y ... hasta cuántas almas se han perdido o ganado por una falta de delicadeza y urbanidad! Por ver un protestante hacer debidamente la genuflexión a un sacerdote, se convirtió al catolicismo.
Siendo la Urbanidad un arte o un conjunto de reglas, de hábitos convencionales introducidos por la costumbre, la primera iniciación se ha de recibir en el hogar, en las escuelas, completándola con el estudio de los pocos libros que se han escrito sobre esta materia.
La observación de las personas cultas que nos rodean, nos ayudará grandemente a ser corteses. La naturalidad lleva una gracia, dignidad y gravedad, que llama la atención de cualquier observador. Esta naturalidad se adquiere con el trato de personas educadas.
El adagio castellano "Donde quiera que fueres, haz lo que vieres", nos predica la importancia de la observación para no caer en ridiculeces. La observación es el medio más seguro para instruirse en las reglas de Urbanidad.
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