
El estilo y el ceremonial de las cartas.
Un tratado sobre el estilo epistolar, que servirá de ayuda a las gentes con el fin de aprender a ordenar y expresar sus ideas.
El estilo y el ceremonial de las cartas.
Un tratado sobre el estilo epistolar, que servirá de ayuda a las gentes que lean la presente obra con el fin de aprender a ordenar y expresar sus ideas y dar giro a sus pensamientos. Nos limitaremos a decir rápidamente lo que es necesario saber acerca del mundo de estilo epistolar en la escritura.
El estilo.
El que escribe familiarmente ha de ser sencillo en sus expresiones. Los que las rebuscan y se valen de palabras pomposas para expresar cosas triviales se hacen ridículos, son mirados como hombres que no sintiendo nada se atormentan por encubrir con frases la esterilidad de sus pensamientos.
Expresaos como si estuviéseis en una conversación, y escribid lo que diríais en presencia del sujeto a quien se dirige vuestra carta. Tened después consideración a las personas, y más o menos familiaridad, más o menos respeto, según sus circunstancias, y según la clase o el destino os aproxime o separe de ellas y cumplís en cuanto al estilo.
El ceremonial.
Hay ciertos usos muy insignificantes en sí mismos, pero que es indispensable seguir por no ofender a la persona con quien se trata. Por esto el ceremonial de las cartas consiste en ciertas formalidades adoptadas casi unánimemente, y que son las señales de la mayor o menor
atención que se manifiesta a las personas a quienes se escribe.
La vanidad, que es el alimento de los espíritus mezquinos, ha hecho del ceremonial un asunto de importancia; asi, por poco caso que se haga de esto, es necesario adoptarlo para con los demás. Yo aconsejo a todos los que querían vivir con el mundo que en este punto pequen más bien de más que de menos.
Un exceso de política no puede perjudicarnos nunca; pero una falta, un olvido, basta muchas veces para cambiar, respecto a nosotros, el corazón de cierta clase de personas. No os humilléis nunca hasta la bajeza; pero no omitáis nada de lo que es permitido para agradar.
-
15702
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Habilidad de ordenar de un modo agradable nuestras acciones y palabras en todo lugar, tiempo y relativas a toda clase de personas
-
Las visitas son indispensables para sostener las buenas relaciones de la amistad, y es preciso que pongamos especial cuidado en hacerlas oportunamente.
-
Las niñas deben tener respeto a sus padres. abuelos, hermanos y, en general, a todo el mundo con el que se relacione.
-
Es contrario a la buena crianza, como insinúa san Pablo, acostarse, como hacen algunos, al comienzo del día, y levantarse hacia el mediodía
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
La cartas de recomendación y su redacción.
-
Debemos tener siempre mucha limpieza en la cara, ojos, narices y manos, ordenado el cabello
-
Dice el Sabio que hay un tiempo para reír, y es precisamente el tiempo que sigue a las comidas.
-
Si hemos de ser corteses con nuestros iguales con una Cortesía amistosa, es menester serlo aun más con aquellos, que tengan alguna cualidad mayor.
-
La escuela y el hogar eran los otros ámbitos en los que resultaba apropiado un silencio, quizá no tan drástico como el del templo, pero sí con escasísimas excepciones
-
El sobrescrito contiene el nombre de la persona a quien se escribe, su morada y aun su profesión.
-
Por lo regular, en la casa de un artista se exige más franqueza, y ninguna reserva diplomática.