
La importancia de las formas.
Las formas sociales, de urbanidad y civismo, son la seña de buena educación y regulan las relaciones con los otros, dentro y fuera del ámbito privado.
Donde más se percibe una cierta degradación de las costumbres en la sociedad actual es en la pérdida de las formas.
Las formas sociales, de urbanidad y civismo, son la seña de buena educación y regulan las relaciones con los otros, dentro y fuera del ámbito privado. La cortesía, la exquisitez en el trato, las buenas maneras no son solo el esnobismo de un dandismo pasado de moda, una cuestión de etiqueta o urbanidad, sino que dentro de las formas se encierra todo un espíritu, un estado de ánimo, una tradición y una sabiduría.
Los alumnos no tratan a sus profesores y maestros con respeto, no se dirigen a ellos hablándoles de usted, no prestan atención cuando hablan, ni guardan silencio. Del mismo modo los jóvenes no saben cómo comportarse cuando van a comer fuera con sus padres. Son incapaces de permanecer bien sentados, escuchando, participando de la conversación de sus mayores. Se muestra de igual modo en los servicios religiosos de cualquier confesión: la gente asiste sin guardar el debido recogimiento, con las piernas cruzadas, los jóvenes corriendo o saltando, gritando como si estuvieran en el patio de la escuela.
"Los alumnos no tratan a sus profesores y maestros con respeto, no se dirigen a ellos hablándoles de usted"
Lo mismo percibimos en los camareros o personal de hoteles, restaurantes o demás servicios. Hablan en voz alta, no guardan las formas, te tutean e interpelan no como si fueras un cliente sino como si te conocieran de toda la vida.
Esta pérdida de las buenas maneras, de las formas, se percibe en todos los niveles y estratos sociales, en todas las profesiones y en todos los órdenes. La culpa de ello lo tiene la mala educación, el ejemplo denigrante de los lamentables programas de televisión (telebasura antes y "teleporquería" ahora), la pésima imagen de políticos y gobernantes (incapaces de escucharse, de cederse la palabra, de tratarse con cortesía). De ahí que nadie se preocupe ya por recuperar la urbanidad, el trato cortés y delicado, las buenas maneras. La consecuencia es que dichas normas evitaban las heridas, la indelicadeza, las ofensas continuas, la violencia en el trato cotidiano. Nuestra sociedad se ha vuelto ahora más airada, impaciente y violenta. Todos hieren y se sienten heridos; todos se rebajan unos a otros en el trato.
Si realmente queremos provocar un cambio, en estos momentos de incertidumbre, angustia y crisis, empecemos por recuperar las formas y las buenas maneras, la buena educación.
A lo mejor, si recuperamos las formas, recuperaremos con ello el espíritu que las informaba, y nos sentiremos mejor en la convivencia con nuestros congéneres, con los que comparten nuestro destino y nuestra vida.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Antes de nada recordar, que no se debe confundir la figura del conductor con la figura del chófer
-
Los gestos siempre hay que interpretarlos según el contexto y las circunstancias. Hay que saber relativizarlos para evitar malas interpretaciones
-
Con la mirada aprobamos o reprobamos un comportamiento, con la mirada lanzamos un coqueteo o enviamos señales de repudio
-
Ser una dama con clase no es solo cuestión de vestir a la moda. La elegancia está en los gestos y el comportamiento
-
Sección de buenas maneras del programa la Atalaya. Responde Alicia Romay.
-
La lucha contra el tabaco es cada día seguida por más personas, amparados en leyes y normas que acotan los derechos de los fumadores.
-
Está claro que la familia es el ambiente ideal donde educar a los jóvenes en valores. Pero hay que plantearse que las familias actuales no son como las de antaño
-
Debemos recordar que ser duro no es lo mismo que ser un grosero y un maleducado
-
Ser civilizado significa comportarse de manera educada y correcta. También implica reconocer plenamente la humanidad de los demás, aunque tengan costumbres y creencias distintas a las nuestras
-
En Estados Unidos se hace una fiesta a los dieciséis años similar a la fiesta de los quince años de muchos de los países latinos
-
-
Para no confundirnos con toda la variedad de etiqueta en la playa, ahora analizaremos las reglas de conducta en una playa familiar común