La moda de escupir
Dos circunstancias animan este artículo. Por un lado, una amiga de formas educadas me explicaba que su hijo de 12 años había empezado a escupir. Como en su familia no existía tan soez gesto, la mujer interrogó al niño: "¿De dónde has sacado un hábito tan maleducado?" De dónde iba a ser... del fútbol.
Los malos ejemplos de famosos que son referentes para otras personas
Los referentes sociales y su 'responsabilidad' en sus acciones
Y así, todos sus esfuerzos por educar a su hijo dentro de las normas de la civilidad básica se habían ido al garete gracias a los ídolos de su equipo, cuyos escupitajos permanentes decoraban, semana tras semana, sus mejores jugadas. Si Alves, Piqué, Messi y tuti quanti se entregaban a su alegre hábito ante millones de personas que los estaban venerando, ¿por qué no había de hacerlo un preadolescente que, configurando su personalidad, prefería parecerse antes a su ídolo que a su santa madre?. Y, ante la imposibilidad de tocar la pelota con la misma gracia, lo intentaba por la vía de lanzar gallos.
La mujer preguntaba qué debía hacer y con su pregunta bailando en el rincón de los imposibles, me crucé por la peatonal de una calle de la ría de Arousa a un señor de porte muy formal. Hablando por el móvil y, en una de estas, soltó un tremendo gargajo que incluso rebotó como si tuviera muelle.
Ni qué decir tiene que esta escena se repite cada día con más frecuencia, en gentes de toda índole y condición, aunque mayoritariamente es una acción masculina. Y no creo que, en el caso del señor en cuestión, sea un simple mimetismo de los ídolos del fútbol.
De anécdota en anécdota, pues, la categoría es la práctica cada día más frecuentada de uno de los gestos más sucios, soeces y primitivos que configuran los malos hábitos del ser civilizado. ¿Qué son las buenas maneras? Probablemente una vaselina para la convivencia, y quebrar esas normas básicas es tanto como retroceder en la condición humana.
Te puede interesar: Bostezar, escupir y toser. Gestos poco educados. Incorrecciones. Comportamiento en público
El maestro Kong, más conocido como Confucio, ya se preocupaba en el año 500 antes de Cristo de reflexionar sobre las buenas maneras y una de sus ideas refleja con precisión esta cuestión: "Donde hay educación no hay distinción de clases", dijo Confucio, y la frase puede leerse a la inversa: Donde no hay educación, tampoco no hay distinción de clases.
Quizás la buena educación solo es un intento permanente, y no siempre conseguido, de no ser maleducado, pero el valor está en el esfuerzo, en el intento de serlo. Y escupir en la calle, sin otro complejo que apuntar bien, es una sucia vulgaridad que dice más de un ser humano de lo que dice el resto de su personalidad. ¿Por qué retomar el hábito?
Más allá de las respuestas a esta pregunta, algo está claro por encima de todo: los deportes de masas no ayudan a erradicarlo. Y entre gol y gol, la cantidad de escupitajos que sueltan es de proporciones cósmicas. Quizás tendrían que hacer algo los entrenadores de fútbol y baloncesto que gustan de buenos modales. Sea como sea, por favor, ¡deje de escupir al público! No solo es sucio y vulgar. Es repugnante la moda del escupir y sobre todo anti higiénico. La moda de escupir.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Cuando hayamos de concurrir a una diversión pública presentémonos en el local un poco antes de la hora señalada para principiarse
-
La sauna es un lugar para descansar y estar relajado. Un remanso de paz para alejarse del ajetreo diario, del cansancio y de otras situaciones
-
Las compras en las fechas navideñas se multiplican por cientos respecto a cualquier otra época del año
-
Al caminar por la calle los movimientos del cuerpo deben ser naturales y propios de la edad, del sexo y de las demás circunstancias de cada persona
-
La forma de operar es la siguiente: si alguien en su entorno es grosero (en el autobús, en la calle , etcétera) usted le entrega una tarjeta
-
El automóvil, en muchas ocasiones, es un lugar donde hasta las personas más educadas pierden sus buenos modales
-
Guía de vestuario para asistir a la ópera: Protocolo, elegancia y buenos modales. Reglas de etiqueta para asistir a un espectáculo de ópera
-
El uso del transporte público además de tener unas reglas propias de cada compañía tiene unas "reglas" sociales que mejoran el uso de este tipo de transportes
-
En los museos y otros lugares semejantes, las personas bien educadas se guardan de oprimirse y mezclarse con la multitud para entrar o salir más prontamente.
-
Salvo que haya una razón de peso no hay que levantarse del asiento continuamente
-
El automóvil es un vehículo que transforma a las personas, en muchas ocasiones, en maleducados, groseros e impacientes. Cambia el carácter de muchos conductores sin saber bien porqué
-
El hombre, en determinadas circunstancias, puede pasar delante de una mujer, sin que por ello esté cometiendo una incorrección