
Conveniencias morales de la conversación. Las preguntas y los términos parásitos.
Las preguntas son sin duda necesarias, pero exigen mucha delicadeza y tacto a fin de no fatigar y herir a los demás.
Un axioma de buena educación prescribe que se hable raras veces de si propio a no ser a sus íntimos amigos; que no se de nunca ninguno a sí propio por ejemplo, y que se hable a los extraños de ellos mismos o de todo aquello que pueda interesarles. Las preguntas son sin duda necesarias, pero exigen mucha delicadeza y tacto a fin de no fatigar y herir a los demás.
Si en vez de manifestar un interés natural y aceptable, hacéis un seco interrogatorio dictado por una fria curiosidad; si aparentáis no prestar ninguna atención a las respuestas que vos mismos provocáis; si tomáis torpemente un tono protector; si prolongáis fuera de lo justo esta conversación; si viendo que alguno está embarazado y procura huir la dificultad con una respuesta evasiva, en vez de guardar silencio seguís dando testimonio de vuestra indiscrección, estad seguros que vuestras preguntas y vosotros mismos seréis reputados como una plaga.
Madame Necker observa ingeniosamente que ciertos términos favoritos y frecuentemente repetidos de que se siembra la conversación sirven por lo ordinario de enseña a la burla de los demás. Así, dice ella, los embusteros tienen por expresion habitual: "Podéis creerme pues es la verdad"; los habladores: "En una palabra para concluir"; y los orgullosos: "Sin jactancia, etc.". Esta picante observación, es muy fundada y debemos evitar el dar a los demás el secreto de nuestros caprichos y defectos.
Pero independientemente de esta razón es preciso evitar, con el mayor cuidado, las voces parásitas, pues el tiempo y la costumbre las multiplica de un modo admirable produciendo el embarazo en nuestro discurso, extraviando la atención de las personas que nos escuchan y haciéndonos importunos y ridículos sin que nos demos cuenta de ello.
-
4610
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Si en nuestra intervención tenemos que citar algunos nombres, es conveniente apuntarlos para no olvidarlos o confundirlos
-
Aprender a escuchar es una las primeras enseñanzas que todo el mundo debería aprender
-
La chanza o burla dulce, graciosa, ligera debe ser compartida con buena intención por los mismos que son objeto de ella.
-
Lo primero que debe hacer un buen conversador es escuchar. Es una forma de darle tiempo a la otra persona para que se pueda expresar
-
El uso del teléfono móvil, conlleva respetar unas reglas mínimas de educación
-
En nuestra relación con los medios, lo más importante, es mantenernos en nuestro sitio. No perder los papeles
-
Después de haberse informado del estado sanitario de la persona a quien se visita, conviene preguntarle acerca de su familia.
-
La organización y tener claro el objetivo de lo que queremos exponer y el conocer el público al que nos dirigimos son las claves del éxito al hablar en público
-
Antiguamente, en los colegios, se practicaban clases diarias de lectura hasta muy avanzada la educación.
-
Consejos a tener en cuenta en torno a las charlas y los discursos. Comprobaciones previas. Las pruebas antes de empezar. Resolución de incidencias
-
No está justificado en ningún momento el utilizar este tipo de palabras subidas de tono o groseras. Mucho menos cuando hay menores delante
-
La forma de hablar dice mucho de una persona. Cómo habla, su tono de voz, sus gestos...