¿Cómo servimos la bebida? Servir el vino y otras bebidas (con vídeo)

Servir el vino y otras bebidas de forma correcta

Las bebidas se deben servir por el lado derecho del comensal. Este 'regla' de servicio es válida tanto para el ámbito familiar como para el profesional.

Cuando estamos en casa, en la mayoría de los hogares, lo normal es "pasar" la botella de vino o cava para que cada comensal se sirva. La botella se pasa de mano en mano, para servirse la bebida. Si es una persona la que sirve -como puede ser el anfitrión-, lo suele hacer por orden correlativo, empezando por el invitado de mayor importancia y recorriendo la mesa en orden secuencial. Otra de las formas más habituales de servir es hacerlo con los comensales que están a nuestro lado.

Si hay personal de servicio-o estamos en un restaurante- el camarero será el encargado de servir las bebidas, como dijimos, por el lado derecho del comensal. Se sirve primero a las señoras y luego a los caballeros. También está bien admitido, cuando no son encuentros muy formales (como las fiestas con familiares y amigos), empezar por la derecha del anfitrión y servir en orden secuencial a todos los comensales.

Cómo servir de forma correcta el vino u otra bebida

Durante el servicio la botella nunca se debe apoyar sobre el borde de la copa para servir. Hay que tratar de mantener la boca de la botella a unos dos centímetros del borde de la copa.

Si el anfitrión abre la botella de vino, servirá un poco a una persona de confianza para que haga la prueba del vino. Esta persona asentirá, o no, sobre la calidad del vino. En caso de no haber una persona de confianza o experta en vino, será el propio anfitrión el que haga de 'catador' del vino. Esta es la forma de comprobar que el vino se encuentra en óptimas condiciones de sabor, temperatura, etcétera. Se puede tener una copa auxiliar para verter un poquito de vino sobre ella. Se utiliza esta copa para eliminar posibles restos de corcho y otras briznas del cuello de la botella.

En el caso de los vinos tintos, para evitar su calentamiento con la mano, se puede utilizar un cestillo para colocar la botella y servirlo. En el caso de vinos de mucha edad, como los grandes reservas, se pueden decantar (e incluso se deben decantar) y servir en un recipiente, botella o decantadera, especial para ello. También es conveniente abrirlos con al menos una hora de antelación, para que el vino se "airee".

Aunque casi todo el mundo piensa, que levantar la copa para que nos sirvan es una ayuda, es todo lo contrario. La copa se debe dejar quieta para que la persona que sirve la bebida sepa bien 'donde apuntar'. De otra manera, se pueden dar con mayor facilidad algún percance.

¿Cuánta cantidad de vino servir?

Las copas no se llenan en su totalidad, sino que solamente se llenan de forma parcial. La copa de vino tinto: se suele llenar, aproximadamente, un tercio de su capacidad. Esta medida es una proporción aproximada que puede variar en función del tamaño de la copa. Actualmente, hay copas de múltiples tamaños que pueden hacer variar estas proporciones de servicio.

En el caso de los vinos tintos se puede servir más cantidad. En el caso de los vinos blancos (que deben servirse fríos), es mejor servir poca cantidad, aunque las copas son más pequeñas y los tragos suelen ser más abundantes, por lo que proporcionalmente al tamaño de la copa se sirve más cantidad que un vino tinto. Es mejor opción 'rellenar' más a menudo la copa, para lograr tomarlo a la temperatura ideal. Lo mismo nos ocurre con el cava, la sidra y otras bebidas espumosas.

Si no deseamos que nos sirvan una determinada bebida, se lo haremos saber a la persona que nos sirve (personal de servicio, anfitriones, compañeros de mesa, etcétera) de forma verbal. No es muy correcto tapar la copa como señal de negativa. No es una forma demasiado apropiada. Tampoco se levanta la copa para servirnos. Hay que dejarla en la mesa, para no ponérselo difícil a la persona que nos sirve. Aunque nos sirvamos nosotros, la copa no se mueve de la mesa.

Servicio de licores y otras bebidas espirituosas

Si hablamos de licores y otras bebidas, las proporciones a servir varían en función del tipo de bebida y el tamaño de la copa o vaso.

El coñac o el brandy, se sirve en una amplia copa. Se llena, de forma aproximada, uno o dos quintos de la capacidad de la copa. Lo mismo que ocurre con el vino, dependerá en gran medida del tamaño de la copa. Hay copas muy grandes y muy pequeñas. Si la copa es pequeña, podemos llenar un tercio e incluso un poco más, pero sin llegar hasta la mitad de la misma.

Los licores, se suelen tomar en lo que conocemos como vasos de "chupito", lo que supone un trago corto. Estos vasitos se suelen llenar en su totalidad -no hasta el borde, sino unos 4/5 de su capacidad-.

En el caso de otras bebidas, ginebra, vodka, whisky, etcétera, así como cócteles y otros combinados, las medidas de llenado son muy variables. Todo va en función del tipo de bebida, tipo de vaso y complementos que lleve cada bebida (hielos, fruta, etcétera).

Algunas cuestiones sobre el servicio de bebidas

No podemos olvidarnos de un detalle importante. Las bebidas nunca deben estar servidas antes de sentarnos a la mesa. En algunos manuales de protocolo, indican que si puede estar servida con antelación el agua -pero tampoco es recomendable por razones higiénicas y de temperatura, entre otras-.

Las bebidas se deben servir cuando los comensales están sentados a la mesa. En el caso del agua, se puede servir antes de que lleguen los alimentos a la mesa, como hemos comentado antes. El vino y el resto de las bebidas, se deben servir cuando ya están los alimentos en la mesa. No es una norma que se cumpla muy a menudo, pero siendo un poco severos en las formas, es lo que marca el protocolo más estricto.

Tampoco es incorrecto ir tomando un traguito de vino para hacer tiempo mientras llega la comida y charlamos con los invitados. No hay que tomarse todas las reglas al pie de la letra.

¿A qué temperatura se sirve el vino? Maridaje vinos y alimentos.

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