Palabrotas no, intenta decir...
Las palabrotas pueden ser sustituidas, en muchos casos, por otras palabras similares que no molestan o desagradan a los demás
No digas palabrotas, habla bien, por favor
Cuando los niños comienzan a decir groserías, palabrotas, vulgaridades hay que tratar de evitar que lo hagan y, aún más, que se convierta en una costumbre.
Intenta decir...
1. Hay palabras que no usamos en esta familia, y esta es la razón.
2. Siento haberte enseñado esa palabra. Creo que podríamos utilizar esta otra en su lugar.
3. Tus amigos no van a querer invitarte a su casa si sigues hablando así. A nadie le gusta que lo insulten en su casa.
4. ¿Por qué lo dijiste? Si estabas enojado -enfadado- podemos hablar de ello.
5. Hay cosas que a la gente le molesta oír. Hay que respetar a los demás porque si no respetas a los demás, no te respetarán a tí.
Evita decir...
1. ¿Cómo pudiste hacerlo? Yo me encargaré de que no vuelvas a atreverte a decir eso.
2. Todos saben que eres un pelado. No esperaba más de ti.
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3. Espera a que vuelva tu papá. Necesitas algo más que una bofetada en la boca.
4. Por el ridículo que me hiciste pasar, no vas a salir en toda la semana.
Si el niño sigue utilizando un lenguaje inapropiado a pesar de estas medidas es necesario observar atentamente y estudiar su comportamiento. ¿Se está queriendo ganar la aprobación de alguien? ¿Está expuesto a violencia y a temáticas adultas? ¿Quiere demostrar rechazo o rebeldía? Si vemos que no podemos controlarle es mejor recurrir a los servicios de un profesional.
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