
Educar, porque yo lo mando
Muchos padres preocupados porque sus hijos sean buenos y bien educados los someten al autoritarismo, sin darles oportunidad de pensar por sí mismos
foto base zsuga - Pixabay
La educación no debe ser impuesta, sino razonada, demostrada y comprendida
Muchos padres preocupados por hacer de sus hijos buenas personas, recurren al autoritarismo. Les imponen desde muy pequeños duras disciplinas confiados en que esto los convertirá en persona obedientes, honestas, respetuosas y justas.
Esto da lugar a la aparición de un gran problema: los valores no pueden ser impuestos por ninguna autoridad, tienen que ser elegidos libremente para ser verdaderamente apreciados.
Todos hemos conocido algún niño que se porta muy bien cuando mamá lo está viendo, pero en cuanto ella se descuida le saca la lengua o le jala -agarra- las trenzas a la niña de al lado y luego asegura que él no hizo nada y su mamá le cree porque sabe lo bien portado y educado que es su hijo.
Te puede interesar: Niños educados. Niños con buenos modales
¡Cuidado!, si no nos damos cuenta, este niño puede ser un cínico o mentiroso en potencia, una persona incapaz de reconocer sus errores porque siempre cuida de guardar las apariencias y parecer correcto.
Este tipo de educación no fomenta el desarrollo moral porque el niño no alcanza a valorar lo que es el respeto, la honradez o la justicia. Solo hace lo que le ordenan para evitar un castigo o para ganar un premio; pero cuando no hay una autoridad que lo castigue es capaz de cualquier cosa porque no ha desarrollado sus propios valores.
La verdadera educación, fomenta el desarrollo de los valores del niño, haciendo que comprenda la gran importancia que tiene estar bien educado y tener buenos modales. Los posibles 'enfados' del presente, se tornarán en grandes alegrías en el futuro.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Los hábitos adquiridos en la infancia perduran toda la vida. Y eso ocurre porque el niño no los estudia de memoria, sino que se acostumbra a vivir con ellos y los hace suyos
-
El niño empieza a comprender muchas cosas, aunque hay que seguir haciéndole recordatorios constantes sobre los buenos modales en la mesa
-
Se acabaron los tiempos de poder jugar en la calle con toda tranquilidad. Las calles han dejado de ser un lugar seguro para que jueguen los niños
-
Tanto en las reuniones en casa como en cualquier otra parte los niños deben portarse bien y tener buenos modales.
-
Ya no se estila ponerse para cenar jazmines en el ojal, pero los mensajes que esos gestos transmiten siguen vigentes
-
Por la mañana al levantarnos lo primero que debemos hacer es dar los buenos días a todas las personas que nos encontremos por la casa
-
Andar por la acera tiene sus normas, y muchos de nosotros las hemos olvidado
-
Enseñar desde niños a respetar es la base de la convivencia y el éxito en el ámbito profesional, personal y familiar
-
Muchos de los violentos encapuchados de hoy son los gamberros de ayer, y estos, a su vez, los chavales maleducados y consentidos de anteayer
-
Un niño con buenos modales es aceptado con gusto en todas partes. Los padres pueden enseñarlos a sus hijos a través de su ejemplo
-
Se puede definir la palabra cortesía como el acto mediante el cual una persona muestra atención, amabilidad y respeto hacia otra
-
Propone un modelo de relaciones basado en el reconocimiento de la dignidad de todas las personas, del respeto al otro aunque mantenga opiniones y creencias distintas a las propias, de la diversidad y los derechos de las personas.