![Logo Protocolo y Etiqueta](https://www.protocolo.org/extra/desimg/xcombined_proto_logo_idx_462x60.png.pagespeed.ic.5ZOHUrny0M.png)
El lenguaje de las flores con la bella historia de un sueño
Una Madreselva, puedo ofrecerte un tesoro, porque escondo en mi seno los lazos del amor
Hans - Pixabay
Qué representa cada flor. Sueño con el poema épico del lenguaje de las flores
Cualidades e importancia de las flores
Alfredo no pudo dormir en toda la noche: la idea de cobijar bajo su techo al Pensamiento le producía una especie de fiebre. Su corazón latía con violencia, y su frente se ardía. Viendo que en vano quería conciliar el sueño, dejó el lecho y bajó a su biblioteca, creyendo que la vista de las flores calmaría su agitación.
Entró pues en ella y se aproximó a un Oxiacanto, cuyo perfume le llamaba con una magia irresistible. Al acercarse para aspirarle, le pareció escuchar una voz, que partiendo del fondo de la corola, llegaba dulce y vaga a su oído, y le decía:
- Ven, respira mi aliento. Una sola de mis ramas escondida en el fondo de un valle, basta para embalsamarle todo; yo soy la más temprana de las flores: soy la esperanza.
- Alfredo, Alfredo, murmuró otra voz argentina. El joven volvió su rostro, y apercibió un Dondiego de día, que mirándole dulcemente, exclamaba:
- Yo vivo en las alas del viento, y como él voy de aquí para allí a la ventura. Descanso a veces entre los brazos del poderoso, y otras me poso un instante sobre la frente del pobre. No me olvides tú, que también necesitarás de mí: soy el capricho.
- Yo, murmuró con acento melancólico una Madreselva, puedo ofrecerte un tesoro, porque escondo en mi seno los lazos del amor.
manzitha88 - Pixabay
La Clematida iba a tomar la palabra, y un Romero la interrumpió, diciendo:
- En mi no hay doblez; mis ásperas ramas simbolizan la verdad. Escucha mis consejos, Alfredo: desconfía de la Clematida, cuyas ramas se abrazan arteramente a las paredes para subir hasta la ventana, donde las niñas se entregan a sus ilusiones, y sorprendiendo sus secretos los divulga con pérfida falsedad. La sinceridad del Romero era demasiado conocida para que la Clematida se atreviese a disputársela; tomó, pues, el partido de callarse.
El poeta estaba inmóvil, sin acertar a darse cuenta de lo que pasaba en torno de sí. Las flores vivían, hablaban; no podía dudarlo.
- Piensa en mí, le decía la suave voz de una Lila. Mis hojas verdes y finas, mis ramos de flores que exhalan dulcísimo aroma, todo mi ser revela cándida coquetería. Florezco pronto, y mi vida es muy corta; soy el primer amor.
- Aun corona la nieve la cumbre de las montañas, y ya al pié de ellas ondula graciosa multitud de florecillas matizadas. A su frente vengo yo, la mensajera de natura, anunciando la más bella de las estaciones. Soy la Primavera, la flor de la juventud.
- Yo, exclamó con altivez el Lirio, aparezco con las primeras melodías del ruiseñor, y embalsamo el aura con mi perfume. Hermano de la Azucena, amo como ella las márgenes de los arroyos, la sombra de los arbustos, la soledad de los valles; al verme el hombre se sonríe, porque soy su amigo favorito, el orgullo.
- Las abejas vienen a posarse en mi seno, pronunció una dulcísima voz; la tórtola enamorada se refugia bajo mis ramas impregnadas de purísima fragancia, y mis hojas ofrecen al hombre un bálsamo bienhechor. Todo en mí es dulzura, bondad, dicha, porque soy la flor del Tilo, el amor conyugal.
- Mis ramas crecen al capricho del hombre, y mis blancas flores entre el verde follaje asemejan la blanca espuma de un claro río. Soy bello como la estrella de la mañana, inocente como la sonrisa del niño; soy el Jazmín, el amante de las abejas y de las mariposas. La candidez.
De esta manera fueron todas las flores diciendo su nombre y su condición al oído del poeta.
- He aquí, dijo éste, un magnífico asunto para un poema épico, que me abrirá las puertas del templo de la gloria. De todos modos sería un necio, si no escribiese todo lo que las flores acaban de decirme.
Tal como lo pensó lo puso por obra, y pasó una gran parte de la noche en escuchar a las flores y en formar el vocabulario que después hemos conocido por lenguaje de las flores. Cuando terminó su trabajo, se apoderó el sueño de su agitado espíritu, y se durmió sobre el mismo sillón; en él soñó que le conducían vestido de púrpura y con una lira de oro en la mano al Capitolio, a recibir en sus sienes la corona de laurel.
...
Alfredo se quedó sin escribir su poema épico. Sin embargo, todas las obras literarias demuestran sobradamente que los poetas han dado a las flores las mismas cualidades y la misma importancia que Pensamiento les señaló.
Otros lenguajes de las flores
-
19950
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Del arte de trinchar, y del servicio de la mesa. Disección de las aves.
-
En las casas de un hombre de elevada clase, es donde fácilmente se conocen los caracteres e inclinaciones de aquellos que las frecuentan.
-
Las necesidades diarias del rey y de su familia, de los ministros y oficiales superiores de su casa podían ser atendidas sólo si la enorme corte funcionaba como una máquina
-
Por patria se entiende no tan solo el lugar donde uno nace, sino todo el pais gobernado por unas mismas leyes.
-
Para vivir en casa ajena, se necesita mucha prudencia y tolerancia; pero que esto no sea hasta el extremo de mostrarnos esquivos a la cordialidad y franqueza.
-
Las amistades suelen ser más verdaderas en los tiempos turbulentos que en los tranquilos. Es cuando se comprueban quiénes son los buenos amigos
-
Una carta no es otra cosa que una conversación escrita, y debe emplearse en ella un estilo fácil, natural y sencillo.
-
Entre personas de respeto se deben guardar ciertas normas o reglas de urbanidad que no se deben descuidar.
-
Los niños tienen que aprender a comportarse tanto cuando van de visita como cuando reciben una visita en su casa
-
Hay una crítica decorosa y justa que suele emplearse libremente, y que si así no fuese se faltaría a la franqueza.
-
Andar por la calle, preferencia al subir o bajar una escalera y reglas a observarse al hacer una visita.
-
El respeto debido a los padres y superiores me recuerda el que se debe a los ancianos. Hijos mios, honrad la vejez, tolerad sus faltas y sus achaques.