
Buenos modales. El juego en sociedad.
Buenos modales. El juego en sociedad.
Buenos modales. El juego en sociedad.
Si mientras se juega llega alguno, mayormente si es persona de respeto, debe invitársele diciendo: "¿Vd. gusta divertirse o continuar?"; al mismo tiempo se le ofrece y cede el puesto.
Cuando uno gana no debe pedir directamente los tantos al que retarla el pagarlos, sino que en este caso se valdrá de un rodeo de estos: "¿Falta alguien a pagar? ¿Estamos ya corrientes?".
Mientras uno juega, no debe levantarse del juego, a no desearlo los demás, o a menos que lo exija una necesidad perentoria. El que pierde puede dejar el juego cuando guste, pero sin manifestar desagrado no aun decir lo que pierde, si nadie se lo pregunta.
-
13080
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Al entrar en la sala de baile, no se debe abandonar a las señoras para pasar a la pieza de juego.
-
El modo de comportarse en la escuela y la forma de tratar con respeto a los maestros.
-
La galantería exige sin embargo, que un caballero ofrezca atentamente su puesto a una señora que le tuviese menos cómodo.
-
Las leyes de la moral imponen al hombre que vive en sociedad, la obligación de ser prudente, discreto, circunspecto, indulgente.
-
Por enemigos que seáis de esta diversión, la urbanidad exige que alguna vez toméis parte; por ejemplo, no es dado el negaros a hacer la partida al amo de la casa.
-
La forma de redactar en un pliego un memorial, recurso o exposición.
-
Cuando la persona que llega merece cierto honor, siempre hay que dejar de hablar, o el juego, o cualquier otra cosa, y todos deben levantarse.
-
El escoger la pieza y la designación de actores son cosas delicadas, que reclaman todo el tacto de la dueña de la casa.
-
Las amistades suelen ser más verdaderas en los tiempos turbulentos que en los tranquilos. Es cuando se comprueban quiénes son los buenos amigos
-
Antes de sentaros a la mesa debéis lavaros las manos si no las tenéis muy limpias.
-
Si una parte de la cortesía consiste en decir a cada uno lo que le conviene, está claro que a fin de que no falte asunto a la conversación debes hablar a cada uno de las cosas que más le ocupan o más le agradan
-
Debes adquirir indefectiblemente una serenidad de ánimo y una frescura de sangre que te haga ser dueño de tu genio y temperamento.