Saludos y presentaciones en la calle

Etiqueta en los saludos y presentaciones en la vía pública.

En la mayoría de las calles de una ciudad es habitual encontrarse con otras personas que transitan por ellas, aunque las personas conocidas con las que se encuentra no sean tantas, al menos en las grandes ciudades. No obstante, siempre hay que estar preparado para este tipo de encuentros casuales.

Cómo presentar y saludar

En el momento de hacer las presentaciones u ofrecer un saludo es importante no tener nada en las manos -guantes, un cigarrillo, etcétera- ni tampoco tener cubiertos nuestros ojos o nuestra cabeza -gafas de sol, sombreros, viseras, gorras, etcétera-, aunque en la calle hay muchas personas que ni se descubren ni retiran las gafas de sol de sus ojos cuando hablan con otras personas.

Como hemos indicado en otros artículos que tratan sobre las presentaciones , el sexo, la edad y el rango o relevancia de una persona son los elementos a tener en cuenta a la hora de realizar las presentaciones de una forma determinada y correcta.

El hombre es presentado a la mujer.

La persona de menor es presentada a la de mayor edad.

La persona de menor rango o relevancia a la de mayor rango o relevancia.

La forma más correcta y casi universal de saludar es dar la mano . Hay otras formas de saludo como por ejemplo el besamanos , la reverencia, etcétera, pero no son formas de saludar tan habituales.

Hay encuentros en la vía pública en los que puede hablar con personas que apenas conoce; bien las conoce de vista o bien se relaciona con esa persona de forma superficial (conoce a esa persona por que la ve casi todos los días, como los vecinos de su calle, por poner un ejemplo). Esto hace que no le sea posible determinar, seguramente, su edad, o desconoce si tiene un determinado cargo o título por el que merezca un determinado tratamiento, e incluso desconoce su estado civil. No hay problema, hay que ser prudentes y poner una gran dosis de sentido común en la presentación. De esta forma puede hacerse un presentación sin problema alguno. Nadie le puede reprochar nada, si lo hace de forma educada y respetuosa.

Si se produce un encuentro fortuito en la calle con alguna persona conocida, es el momento de utilizar todos sus conocimientos de "etiqueta", y una buena parte de intuición -si no recuerda un nombre, un trabajo o un cargo-, para presentar ese conocido a su amigo o acompañante: "Julián permíteme que te presente a Carlos, un compañero de la oficina". Si se quiere hacer algo más formal: "Julián Pérez te presento a Carlos Grile, un compañero del bufete".

Es mejor utilizar fórmulas de cortesía clásicas y respetuosas con los desconocidos que le presentan. Es recomendable olvidarse de palmaditas en la espalda, generosos abrazos o sonoros besos; este tipo de gestos deben quedar reservados para relaciones de mayor confianza, no para un saludo inicial de alguien al que acaba de conocer. Si le presentan a alguien e inicia algún gesto de cercanía, usted debe seguirlo, por educación, aunque no esté muy de acuerdo con ello -lo más habitual suele ser ir a dar la mano a una señora y que ésta se "lance" a darle un beso, o viceversa-.

Por último, si inician una pequeña conversación en la calle, no se olviden que deben retirarse ligeramente a un lado para no estorbar al resto de transeúntes. Tampoco deben pararse delante de puertas de acceso, pasos de peatones, escaleras, pasillos estrechos, etc. o cualquier otro sitio de paso.