El espíritu del Ceremonial Universitario

Solemnidades universitarias. Ceremonial universitario

Primer Encuentro de Responsables de Protocolo y Relaciones Institucionales de Universidad

Antes que ninguna otra cosa quiero agradecer a Manuela Suárez Pinilla la oportunidad de estar hoy ante ustedes y traerles el saludo cordial de la Universidad Complutense.

Para que tenga algún sentido lo que sigue, he de referirme a la Universidad como corporación, y a ello voy.

Está históricamente acreditado que en el siglo XIII inician su andadura en Europa, al menos diez instituciones universitarias. De acuerdo con lo que manifiesta el profesor Botella Llusia, ex-Rector y Rector Honorario de esta Universidad en el prólogo de "Grandeza y Decadencia de la Universidad Complutense" las Universidades nacen por bula pontificia y al amparo de la Iglesia, e inician su desarrollo en una Europa que une sus ejércitos para las cruzadas, que acepta una política ecuménica y enseña a los estudiantes venidos de todas partes en una lengua única, el latín. En este- momento la Universitas Studiorum, la Universidad tiene toda su significación etimológica.

Aunque es a partir del siglo XVI cuando se inicia el cambio de la idea de Universidad tal y como se había concebido tres siglos antes, es en el XIX en el que se culmina el proceso de estatalización y se fijan los símbolos y las normas que han de regir el ceremonial universitario.

Estos trazos históricos eran necesarios como introducción a lo que he venido en denominar El Espíritu del Ceremonial Universitario.

Hemos visto como la Universidad es una Corporación de creación eclesiástica, y aunque hay un proceso histórico prolongado hasta su estatalización, en el ceremonial académico se mantienen, hasta nuestros días, un conjunto de símbolos y normas que tienen su antecedente en su origen eclesial.

Justifico con algún ejemplo lo que acabo de decir:

Las solemnidades universitarias se inician con el Veni Creator que es un cántico gregoriano de invocación al Espíritu Santo.

En la comitiva académica, el Rector, se sitúa en el último lugar, de forma semejante a lo que establecen las normas de la Iglesia en las ceremonias religiosas o en los desfiles procesionales para las dignidades eclesiásticas.

Aunque V. de la Fuente, en su "Historia de las Universidades" pone de manifiesto que el Fuero Académico de las Universidades, en España, es un privilegio real y no de concesión pontificia, es evidente que se producen analogías llamativas con los privilegios eclesiásticos y así, el fuero de inviolabilidad territorial se ha conservado hasta nuestros días.

Frases como "acatamiento y veneración", "abrazo de fraternidad". Referencia a la "blancura" como "símbolo de pureza" o dar la condición de "hermanos" a los miembros del Claustro, son expresiones que figuran en el protocolo de las Universidades.

Resulta casi innecesario recordar la analogía de la toga profesional con el hábito talar de los eclesiásticos.

Con estos ejemplos he pretendido poner de manifiesto la fidelidad de la Universidad a sus orígenes y sus tradiciones.

Una característica importante del protocolo general y también del protocolo universitario es el ordenamiento de las precedencias.

Las normas sobre precedencias tratan de conceder a cada persona las prerrogativas que le corresponden en función de su circunstancia o cargo, bien sea público o privado. Después de esta especie de definición, debo de pasar a comentar algo sobre las precedencias en el protocolo universitario.

Ya en las "Constituciones" dictadas por el Cardenal Cisneros a principios del siglo XVI, se dice:

"El Rector tendrá el primero y mas honrado lugar en todos los actos y negocios de la Universidad."

Nuestros actuales Estatutos, manteniendo la tradición universitaria, determinan que "todos los actos de la Universidad serán presididos por el Rector".

Siguen el orden de precedencias los Rectores Honorarios, si los hubiere, los Vicerrectores de mayor a menor antigüedad en el cargo. A continuación se sitúan los Decanos por el orden de antigüedad de las Facultades que representan, los Directores de Escuelas Universitarias por el mismo orden, siguen los Directores de Departamento y de Institutos Universitarios, los Catedráticos y Profesores Titulares de Facultad y los Catedráticos y Profesores Titulares de Escuela Universitaria.

No obstante hay tres autoridades universitarias a las que no he hecho referencia:

- El Secretario General,

- el Gerente de la Universidad y

- el Presidente del Consejo Social.

Existe documentación antigua en la que se indica que, en la Comitiva Académica, el Secretario General acompañará al Rector, y en los actos académicos ocupará el extremo izquierdo de la mesa presidencial o bien se instalará en una mesa situada también a la izquierda de la presidencia.

Teniendo en cuenta que la figura del Gerente de la Universidad se crea en la Ley General de Educación de 1970, no tenemos referencias anteriores y aunque puede ser un tema a debatir, en la Universidad Complutense, el Gerente se sitúa en el Claustro junto al equipo de gobierno.

Con referencia al Presidente del Consejo Social, confieso que me plantea algunas dudas su situación precedencial en las ceremonias universitarias.

En este caso, el Consejo Social, se crea a través de la Ley de Reforma Universitaria de 25 de agosto de 1983, y no existe ningún precedente que, por analogía, nos sea útil para incluirle, sin menos cabo para nadie, en el lugar que le corresponda.

Este es un aspecto del orden de precedencias de la Universidad que está siendo sometido a debate y espero que en un futuro inmediato quede establecido el lugar del Presidente del Consejo Social de las Universidades, en los actos académicos.

No obstante, hago declaración de que en la Universidad Complutense el Presidente del Consejo Social ocupa un lugar en la mesa presidencial, el lugar concreto depende de como y con cuantos miembros   se constituyan la presidencia.

Aspectos del ceremonial universitario

Con la brevedad que impone la ocasión seguiré con aspectos concretos del ceremonial universitario.

Empiezo con un comentario sobre la Comitiva Académica.

Esta Comitiva es la representación institucional de la Corporación Universitaria, que se constituye para trasladarse y acceder procesionalmente al Claustro en las ceremonias solemnes.

El ordenamiento de la misma es el inverso al orden de precedencias y sus integrantes son, por este orden: los Directores de Escuelas Universitarias, los Decanos de las Facultades, ambos colocados por el orden, también inverso, al de la antigüedad de los Centros que representan. A continuación van los Vicerrectores, de menor a mayor antigüedad en el cargo y cierra la Comitiva el Rector acompañado del Secretario General.

La Comitiva va precedida del Maestro de Ceremonias, los Maceros y en su caso, los pajes.

El Reglamento de las Universidades, fechado en 22 de mayo de 1859, establece la función y define con gran detalle los ropajes del Maestro de Ceremonias y de los Maceros, que son dos personajes de gran tradición en el ceremonial universitario y que como se acaba de hacer referencia, además de realizar otros menesteres protocolarios, conducen la Comitiva Académica, para acceder al Claustro, en las ceremonias solemnes.

Para no cansarles mas, voy a terminar con unas anécdotas referidas al protocolo, que, naturalmente, no son mías y que las escuché a D. Sabino Fernández Campo en el Congreso de Oviedo y son las siguientes:

Se cuenta que Marlene Dietrich, ya en la última etapa de su vida, le decía al fotógrafo que siempre la acompañaba en sus desplazamientos, desde los comienzos de su carrera como actriz:

"Noto que cada vez aparezco peor en las fotografías".

A lo que el fotógrafo contestó:

"Señora, han pasado los años y yo he perdido facultades".

Es evidente que el fotógrafo actuó con una demostración de afecto y caballerosa educación.

En el siglo XVI en la batalla de Fontenoy, entre ingleses y franceses enfrentados, el capitán inglés Lord Hay, se dirigió a los soldados franceses gritándoles:

"¡Soldados franceses, tirad!".

El capitán francés gritó:

"¡Señores ingleses, nosotros no tiraremos nunca los primeros;".

Ante la insistencia, los ingleses hicieron fuego y la cortesía del capitán francés le costó siete balazos.

Por último refiero lo que contaba el Conde de Latores con respecto a una visita de un médico que realizaba una inspección de oidos a Su Majestad.

Aquella visita originaba al Doctor una gran inquietud ante el problema  del tratamiento.

Se le recomendó el empleo de "Majestad" y "Señor" y se le advirtió de la improcedencia de utilizar el "Usted".

Pero el Doctor decidió no tratarlo de nada y se expresaba con infinitivos.

"Hay que hacer, debe tomar, conviene evitar, es bueno prevenir ..." El ejercicio resultaba difícil, pero muy eficaz.

Al terminar, cuando iba a despedirse. Su Majestad le dijo: "Muchas gracias, Doctor". Y él le contestó : "A Usted" y echó el protocolo a perder.

Esto es todo. Muchas gracias.