De la urbanidad y el protocolo.
Desde el Catón de 1780 y el "Catón Real" de 1905, con capítulos dedicados a la higiene personal, a Dios y a la Patria, a los libros de las décadas de 1950 y 1960, se observa un cambio de toda índole.
La urbanidad y el protocolo.
Ahora que resucita la valoración de las buenas costumbres y la educación que dicta hasta cómo y dónde ha de colocarse cada asistente en un acto público (lo que lleva de coronilla a los miembros de las secciones de protocolo), resulta un estudio de sociología "Leer la cartilla", de Rafael Solaz, avalado por Carena Editors, a quien le atrajo tanto el texto como los divertidos grabados; escenas y comentarios que obligan a una continua sonrisa. El asunto surgió a partir de la colección de libros sobre urbanidad, que el autor inició, pero que ha continuado su hijo, también Rafael, quien está al frente de Anticuaria, admirada librería valenciana de antiguo, quien ha sobrepasado los mil quinientos ejemplares atesorados sobre dicho tema.
Uno de los títulos que desvela el cambiante modelo propuesto en cada época es "El niño republicano", en el que no falta ni la letra deLa Marsellesa. En cuanto a la conducta en el colegio, logró reunir un buen número de los que lanzó la librería-imprenta valenciana Matías Real, que superó tres generaciones, siempre con idéntico nombre y la especialidad del plan oficial de enseñanza escolar. A ella hay que agradecer "Chiquilín", un "método para la enseñanza simultánea de la lectura y la escritura", de Antonio Matute Santaella, "Maestro de Prisiones".
"En el estudio se aprecian los cambios educativos en las distintas épocas, la moralidad entre otras cosas"
Desde el Catón de 1780 y el "Catón Real" de 1905, con capítulos dedicados a la higiene personal, a Dios y a la Patria, a los libros de las décadas de 1950 y 1960, se observa un cambio de toda índole. Así, los de la posguerra muestran las hojas con muchas huellas, que inducen a pensar en las familias numerosas cuyos libros -igual que la ropa y los zapatos- eran pasados del hermano mayor al que le seguía en segundo, tercer o cuarto lugar.
Sobre los pedagogos valencianos que firmaron libros escolares destaca Félix Martí Alpera, con extensa bibliografía en la que sobresale "Por las escuelas de Europa", después de haber viajado a Francia, Bélgica, Alemania, Suiza e Italia para conocer los diversos sitemas educativos; trabajo en el que trasluce su espíritu liberal como defensor de la Institución Libre de Enseñanza, que prologó el Conde Romanotes. En fin, que se impone recordar y practicar.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Si usted no tiene nada que vender, si no le gusta el fútbol como juego, o deporte ni está entusiasmado con el programa del "Mundial cultural", lo mejor que puede hacer es huir
-
Los principios de la urbanidad en la ciudad de Mérida durante el siglo XIX.
-
Los festivales de verano proliferan por todo el mundo, pero solo algunos son muy exigentes con las reglas de etiqueta de sus asistentes
-
Regalar flores suele ser una buena opción en la mayoría de las ocasiones. ¿Qué significado tiene cada flor?
-
Distintos usos de estas hijas de la primavera, que son el manantial de los perfumes. Cómo utilizarlas para realizar un agradecimiento o ser parte de una decoración.
-
Hablar por teléfono es algo natural y cotidiano para la mayoría de los habitantes del mundo
-
Pensar que los actos de habla son iguales en todos los idiomas puede crear también malentendidos o errores pragmáticos
-
Los principios de la urbanidad en la ciudad de Mérida durante el siglo XIX.
-
El siglo XIX y parte del XX fueron pródigos en ese tipo de manuales educativos. La mayoría de ellos, como he dicho, iban dirigidos a fomentar la cortesía, la exquisitez y las buenas maneras
-
Los principios de la urbanidad en la ciudad de Mérida durante el siglo XIX.
-
La comunicación no verbal economiza el contacto, haciendo mucho más precisos los mensajes y aportando una gran cantidad de feedback al interlocutor.
-
El pudor. El pudor es el gesto y la reacción espontánea de protección de lo íntimo que precede a la vergüenza y le da a ésta un sentido positivo de preservación