
Cómo ser una dama con clase: 5 consejos para demostrar elegancia y un saber estar en cualquier situación
Ser una dama con clase no es solo cuestión de vestir a la moda. La elegancia está en los gestos y el comportamiento
protocolo.org
Una dama elegante: conectar lo exterior y lo interior
Ser una dama con clase va más allá de la forma en que nos vestimos o caminamos. Hemos visto en otros artículos la importancia que tiene el vestuario y la forma de caminar. Pero hay mucho más. Ser una dama con clase implica tener unos modales y un comportamiento que reflejen nuestra elegancia y cortesía. Algunos puntos clave que nos ayudarán a convertirnos en una dama con clase.
5 consejos para ser una dama elegante y con clase
1. Los buenos modales son fundamentales para ser una dama con clase. ¿Te has preguntado cómo te sientes cuando alguien te dice "por favor" o "gracias" con sinceridad? Gestos sencillos como estos pueden hacer que las personas se sientan bien y apreciadas. Nunca subestimemos el poder de un "por favor", un "disculpe" o un "gracias".
2. Ser una dama con clase significa estar siempre dispuesta a ayudar. Una pequeña acción de ayuda puede alegrar el día a otras personas. Demostrar nuestra consideración por los demás es un elemento indispensable para ser una persona con clase. Una dama con clase, no ignora a los demás o les mira por encima del hombro.
Te puede interesar: 10 consejos para ser un auténtico gentleman
3. La forma de hablar también refleja nuestra clase. Escuchar atentamente, hacer preguntas abiertas y permitir que otros participen en las conversaciones demuestran nuestro interés por socializar. Quién no se siente escuchado y valorado durante una conversación cuando vemos que nos prestan atención.
4. La elegancia se refleja en la forma en que nos comportamos con los demás. Además del vestuario, las personas perciben la elegancia a través de nuestras acciones. Eso se refleja en un conocido dicho: "Te reciben según te presentas. Te despiden según te comportas". Las muestras de cortesía, respeto y consideración hacia los demás nos distinguen como unas personas con clase y saber estar.
5. La autenticidad de nuestro comportamiento es esencial para ser una dama con clase. Hay personas que pueden encontrar la diferencia entre un gesto genuino y uno forzado. Ser una dama de clase implica actuar con autenticidad, sin necesidad de sobreactuar o exagerar nuestro comportamiento. La elegancia, como hemos dicho anteriormente, se hace evidente a través de nuestras acciones y comportamiento.
protocolo.org
Como nos indica el diccionario de la R.A.E. -Real Academia Española-, la clase es distinción. La distinción es la elevación sobre lo vulgar, especialmente en elegancia y buenas maneras. Tratar con distinción a otras personas supone que tenemos consideración y respeto por los demás.
Aunque toda mujer no es una dama con clase, todo el mundo puede llegar a serlo. Solo hay que poner un poco de nuestra parte. Observar, preguntar y aprender, son tres claves para cualquier persona que quiera mejorar en cualquier faceta de su vida.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Todos somos espectadores y actores de esta forma de vivir tan acelerada. Es una forma de vivir muy contagiosa que invade todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana
-
Jose Carlos Sanjuán da una lección magistral sobre el protocolo y la buena educación
-
El estilo es algo muy personal. Es una forma de ser y de saber estar que caracteriza a una persona en particular
-
La etiqueta del té: ¿Reglas inflexibles o simples sugerencias?
-
Inspirar estima y consideración, tal es el gran objeto de la urbanidad; porque sin este tesoro las relaciones sociales serian una abyección y un suplicio
-
La elección del alcohol es siempre prerrogativa de los anfitriones. Aunque muchos invitados siguen llevando una botella de vino cuando les invitan a una casa
-
Los gestos juegan un papel muy importante en la comunicación verbal, porque pueden aportar mucha información interesante
-
El Whatsapp ha llegado a nuestras vidas sin apenas darnos cuenta. Es uno de los medios de comunicarse más utilizados en todo el mundo. Pero, podemos ponerle algunos límites
-
Escuchar y oír no tienen el mismo significado. Uno es un acto que hacemos de forma voluntaria y el otro es un acto involuntario
-
Las buenas personas siempre desean lo mejor para los demás. No son personas interesadas y sí muy generosas. Comparten una serie de valores que mejoran la convivencia de las personas
-
Todo el mundo ha sentido, siente o sentirá vergüenza alguna vez en su vida. El sentimiento de la vergüenza guarda una estrecha relación con lo que pensamos de cómo nos perciben los demás
-
El aire viciado, los gases que despiden los productos de limpieza, los perfumes, las alfombras, los desodorantes de ambientes, e incluso los marcadores mágicos pueden provocar una grave reacción.