¿Podemos llevar a los niños a una boda? Qué dicen las reglas de etiqueta
Las bodas familiares suele ser celebraciones para toda la familia, incluidos los niños aunque puede haber excepciones
¿Puedo llevar a mis hijos a una boda cuando no se menciona a los niños en la invitación?
Cuántas veces nos hemos hecho esa pregunta. ¿Son las bodas unas celebraciones solo para los adultos? No es habitual, ni parece que sea muy ortodoxo, indicar en una invitación de boda: "Niños permitidos". O al contrario: "Niños no permitidos". Pero de todo hay en la viña del Señor. Así todo, la respuesta puede ser un poco complicada y no hay una regla general a seguir.
¿Qué sucede si tenemos hijos y no se mencionan niños en la invitación o algún otro sitio? Leer entre líneas
Aunque en la invitación no se mencione específicamente si los niños están invitados o no, hay datos que pueden darnos alguna pista. Hay 4 datos importantes que nos pueden aportar algo de información:
1. El lugar de celebración.
2. La hora de la celebración.
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3. Invitados que asisten a esa celebración.
4. La edad de los novios
Siendo sinceros, sobre todo en ámbitos muy familiares e informales, en la mayoría de los casos, cuando no se menciona nada sobre los niños, se espera que la boda sea una celebración familiar para todo el mundo. Incluso, cuando son familias con muchos niños, los novios pueden contratar un menú especial para los más pequeños.
Cuando es una celebración con invitados de compromiso, o por decirlo de otra manera, algo más formal, con un horario de noche y algunas otras características que lo hacen 'especial' se espera que la boda sea una celebración solo para adultos.
Hablar con los novios directamente
Ante la duda, no vamos a darle muchas vueltas. Lo mejor es preguntar a los novios: ¿Puedo llevar a mis hijos a la boda? La respuesta a esta pregunta es un poco complicada para los novios porque puede ser un poco embarazoso dar una respuesta negativa.
Una cosa debe quedarnos bien clara: debemos aceptar la decisión de los novios. Si no lo aceptamos, podemos excusar nuestra asistencia a la boda. Ellos tienen derecho a prohibir que no vayan niños a su boda. Nosotros también tenemos derecho a no participar en esa decisión y decidir no ir a la boda.
La edad de los niños tiene su importancia
No hemos querido poner en el titular de este artículo "y la educación de los niños". No es la edad lo único que importa, sino lo bien o mal educados que estén los niños. Puede ser un niño de 4 años y comportarse estupendamente. Pero puede ser un niño más mayor, de 6 o 7 años y ser un auténtico incordio, desobediente y maleducado.
Consejos si llevamos a nuestros hijos a una boda
Debemos hablar con los niños y explicarles cómo deben comportarse tanto en el templo o lugar donde se celebre la ceremonia como en el banquete o el tipo de celebración que haya (si la hay).
Vestirles acorde a la etiqueta de la boda y a su edad. Debemos aprender a diferenciar vestir bien con disfrazar. Puede que haya alguna prenda que no les guste demasiado. Vamos a tratar de encontrar un equilibrio entre la etiqueta de la boda y su comodidad.
Pensar en algún tipo de actividad o plan B por si los niños se ponen inaguantables. O simplemente, para tenerles un poco entretenidos y que no estropeen la boda a los demás invitados.
Llevar alguna chuchería o juguetito en el bolso por si se ponen demasiado pesados.
Paciencia, mucha paciencia. En ocasiones, por muchos preparativos que hayamos hecho, por muy planificado que lo tengamos todo, al final no sale como pensamos. Es lo que hay. Armarse de paciencia y salir del momento lo mejor posible. Son niños y estas cosas pueden pasar.
Si los novios nos han invitado e insistido en que vayamos con los niños, se lo debemos agradecer. Debemos hacerles saber que apreciamos que sean tan comprensivos y complacientes con la presencia de los niños en su boda.
Al final solo queda divertirse. Las bodas son una ocasión especial para disfrutar de la compañía de amigos y familiares. Así que vamos a tratar de relajarnos y a disfrutar.
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