Décima para felicitar los días a una madre.
Décima para felicitar los días a una madre en verso.
D. Santiago Ángel Saura Mascaró. 1923.
Novísimo manual epistolar o colección completa de cartas familiares y de comercio
Se lee en 1 minuto.
Décima para felicitar los días a una madre.
¡Oh! madre mía querida,
hoy es un día de gozo
y hoy el más santo alborozo
en mi corazón se anida.
Yo consagraré mi vida
a quererte y adorarte,
será mi dicha el amarte,
contigo siempre estaré
y tus goces partiré
y en tus penas tendré parte.
Etiquetas
Nota
-
13004
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
Contenido Relacionado
-
Ciñe siempre tus acciones a la noble dignidad, pero lleno de bondad y de afables atenciones -
La mesa deja ver nuestra educación y nuestras carencias en materia de buenos modales. Una invitación a comer es un 'examen' sobre los buenos modales -
En la mesa y en el juego se conoce al caballero, dice un conocido refrán. -
Urbanidad en verso para el uso de las niñas. El aseo y el vestido. -
Es un punto muy importante de la buena educación el saber trinchar, servir a los demás y servirse a si mismo -
Las visitas se pueden hacer por diversos motivos, pero todas deben guardar una reglas de cortesía que las hagan agradables y amenas -
En la mesa, principales reglas que deben observar los comensales. -
El aseo y la limpieza de los vestidos es muy importante para que el niño tenga una buen imagen y presencia. -
El comportamiento general del niño se va aprendiendo a medida que sus padres le hacen relacionarse en sociedad con otras personas -
Aun haciendo un sacrificio, levántate con presteza, no acaricies la pereza, porque es la madre del vicio
-
A tu lecho al dirigirte con el afecto de amigo, de los que viven contigo debes siempre despedirte
-
Al caminar por la calle hay que guardar unas mínimas reglas de cortesía y urbanidad.