De dónde viene el dicho 'matar el gusanillo'. Tomar algo a media mañana, a media tarde o entre horas
Origen del dicho "matar el gusanillo": ¿de dónde viene esta expresión? ¿Por qué utilizamos esta expresión?
¿Por qué decimos "matar el gusanillo" cuando tenemos hambre?
¡Qué ganas tengo de comer algo! Tomar un snack o algo de picar cuando el hambre 'aprieta'.
De tiempos de nuestros abuelos viene ese dicho popular de 'matar el gusanillo' o 'matar el bicho' -como se dice en otras latitudes-. Consistía, en la mayoría de los casos, en beber por la mañana una copita de aguardiente para acabar con esos gusanillos o lombricillas que se creía habitaban en nuestro intestino.
Algún otro autor lo relaciona con adormecer esa hambre matutina que tenemos recién levantados. No es matar el gusanillo, sino adormecerlo o engañarlo un cierto tiempo hasta poder comer algo. Con lo que bien se podría decir 'entretener al gusanillo'.
Te puede interesar: Anécdotas y curiosidades relacionadas con el protocolo social y la cultura popular
Las teorías más 'científicas'
Hay algunas teorías hacían referencia a un auténtico gusano. Como la siguiente:
En el' Diario de un burgués de París', en tiempos de Francisco I, se daba una explicación de esta costumbre tan popular de tomar algo de alcohol por la mañana:
"La mujer de un señor La Vernade, magistrado de París, falleció de repente en julio de 1519. Se hizo la autopsia al cadáver y se vio que la muerte había sido producida por un gusano que le había perforado el corazón. Se aplicó sobre el gusano un trozo de miga de pan empapado en vino y el animalito murió inmediatamente. De donde se deduce que es conveniente tomar pan y vino por la mañana para no pillar el gusano".
Hemos leído otra teoría en la revista 'Alrededor del Mundo' de 23 de junio de 1904, que relata lo siguiente:
En la obra "El gran diccionario de refranes" de Jose María Sbarbi se cita lo siguiente:
'El brillante químico, físico, matemático y bacteriólogo francés Louis Pasteur, en una de sus clases en la Academia de Medicina de París, afirmó que el hombre en ayunas debía figurar entre los animales venenosos. El célebre bacteriólogo hizo morir a algunos conejos inoculándoles la saliva de un niño rabioso. Repitió el experimento con saliva de niños sanos, y los conejos también murieron. Según Pasteur, en la saliva de los niños y en la de los hombres en ayunas existe un parásito mortal, pero que desaparece tan pronto como se toma cualquier alimento, pues pasa al estómago arrastrado por este alimento y allí los jugos gástricos lo matan'.
El escritor francés Carlos Rozán, en su libro "Locuciones, proverbios, dichos y frases", hace referencia al gusano como el parásito que los médicos llaman tenia y al que vulgarmente se le conoce con el nombre de solitaria. Incluso va más allá, y alude a un gusano figurado que corroe el alma, en cuyo caso matar el gusanillo significa ahogar la tristeza bebiendo alcohol. Tomar una copita de aguardiente u otro licor para quitar las penas, matar el gusanillo de la tristeza.
Posteriormente, el dicho fue evolucionando, y se asoció el gusanillo, a tener hambre. Seguramente derivado de la palabra 'gusa' que significaba hambre. Tener gusa, significa tener hambre. Por lo tanto, para matar la gusa -al gusanillo- había que comer algo.
Resumiendo, matar el gusanillo no significa nada más que tomar algo de picar o de poca consistencia para quitar la sensación de hambre que algunas veces tenemos a cualquier hora del día.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Un día le preguntaron a un Embajador cuál había sido el momento más difícil de su vida de diplomático...
-
Las anécdotas ilustran, frecuentemente, una enseñanza moral. ¿Quién no recuerda alguna de las que ha sido protagonista un personaje histórico?
-
Anécdota de lo que vale tener experiencia. Winston Churchill resuelve una situación comprometida durante un banquete oficial
-
Presidía el Rey Alfonso XIII, la entrega de la Cruz de Alfonso XII al Rector de la Universidad de Salamanca, Don Miguel de Unamuno
-
Una curiosa imagen que nunca, o al menos, no se recuerda, se había visto antes en el Vaticano
-
Los expertos señalan que no se debe confundir el protocolo con la urbanidad y recuerdan que existe una gran diferencia entre una reunión de jefes de Estado y el hecho de hablar con propiedad
-
Las personas que conocen bien el protocolo, saben cómo actuar en cada momento.
-
Anécdota sobre la pericia para tratar de encontrar un frac para un evento de forma urgente
-
El Rey don Juan Carlos I ha dado un "real" manotazo a su chófer
-
Esta anécdota nos indica la importancia del protocolo en todos los ámbitos y la importancia de conocer bien la materia por parte de los asesores de las autoridades
-
Anécdota sobre Otto von Bismarck asistiendo a un banquete, cuando en la mesa le sentaron al lado de la mujer de un conocido escritor
-
Anécdota sobre el Presidente Millerand en su visita a Marruecos