
Del vestido.
Ya no tanto distinguen a los individuos los trajes, como la instrucción, la educación, el ingenio y los talentos acompañados de las gracias y elegancia.
Del vestido.
Tiempo ha habido en que las clases de la sociedad se distinguían por el vestido; pero como este tiempo ha pasado, ya no tanto distinguen a los individuos los trajes, como la instrucción, la educación, el ingenio y los talentos acompañados de las gracias y elegancia; de modo que aunque los vestidos sean iguales, el modo de llevarlos de a reconocer las personas a la primera ojeada de un hombre de mundo que conoce cuando previene a favor de cada uno el garbo y el aseo en el modo de vestirse.
En la obra de Miss Enrieta Wilson, se hallan pormenores que prueban que el célebre Dandyposeía principios del arte de ataviarse que le adquirieron justamente la reputación que gozaba. Si estáis ataviados y adonizados a vuestro parecer, decía, más se advierte que tenéis un vestido nuevo y el pueblo os mira, vais mal puesto.
Nos parece que esta última reflexión y "si el pueblo os mira" es tan profunda como juiciosa.
No debe confundirse, dice el autor del "Código Civil (1)", el cuidado y esmero regular en el vestirse con la coquetería; y cuántos pueden decir como Sedaine:
¡Qué de gracias te doy, vestido mío!
(Nota 1. No se habla aquí, ni del célebre jurisconsulto Merlín, ni del segundo Cónsul Cambaceres; sino del autor del Código Civil de urbanidad, y del Código del goloso o gastrónomo).
Para esto no se necesita más que un poco de memoria y agradecimiento para con su sastre.
Id siempre vestido con aseo; que vuestra ropa blanca pruebe el cuidado que tenéis de vosotros mismos, que el cepillo corra frecuentemente por vuestro sombreroy frac, y que nada en fin manifieste la negligencia o desidia.
Sin ser rico puede cualquiera ir bien vestido y ser admitido en la sociedad; solo se necesita vigilar las operaciones de sus criados, y sin tener grandes rentas salir a la calle con un pantalón limpio y el pañuelo bien puesto, observando en general así sobre esto, como sobre la diferencia de colores, y el tiempo en que se ha de llevar, las costumbres introducidas en donde quiera que uno se encuentre.
-
7036
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Los hombres que fuman, y es preciso confesar que en el día es la mayor parte, los hacen solamente por la mañana.
-
La urbanidad y la civilidad para los jóvenes en unas simples cuestiones.
-
Es contrario a la buena crianza, como insinúa san Pablo, acostarse, como hacen algunos, al comienzo del día, y levantarse hacia el mediodía
-
La curiosidad puede ser muy noble y puede coadyuvar poderosamente al desarrollo de la inteligencia, ya dando a conocer los acontecimientos históricos antiguos o modernos...
-
La urbanidad encierra una misión mucho más dulce y más suave que la de dar elegancia a nuestras maneras e iniciarnos en las prácticas escogidas de una sociedad de buen tono.
-
Hablando con mujeres se marca más dulzura en la entonación, a los ancianos se les atestigua deferencia y a todo el mundo política y amabilidad.
-
Comentario de Julia Valera sobre la obra de Erasmo de Rotterdam "De la urbanidad en las maneras de los niños" -De civilitate morum puerilium-.
-
En la mesa se deben observar una infinidad de reglas para evitar toda grosería y falta de buena crianza.
-
La forma de redactar en un pliego un memorial, recurso o exposición.
-
Esta tarde, hijos mios, examinaremos lo que es la virtud, y lo que debe hacer el hombre para adquirir el bello título de virtuoso.
-
Cae muy mal el menear las piernas cuando se está sentado, pero es insoportable el balancearlas; no debe permitirse esto ni a los niños, tan contrario es a la buena educación
-
De la urbanidad en las maneras de los niños.