D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. III.
La sociedad estamental española: El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia.
Lo que una persona es en la sociedad estamental se lo debe a su posición en la escala social. Ser estamental y ser personal son identificables entre sí (Maravall, 1979:29). La identidad de la persona se expresa corporativamente (Nota: Stéfano (1966:33) califica a la sociedad estamental de sociedad anti-individualista. Maravall (1973a:493) matiza esta calificación y habla de sociedad "ante" o "pre" individualista por ser un modelo de sociedad anterior a la experiencia histórica del individualismo). La presencia de iguales, la presencia de aquéllos con los que se comparte estamento vincula a la persona con una serie de obligaciones inquebrantables. Este tipo de vinculación se encuentra presente en todos los niveles sociales, si bien se agudiza extraordinariamente en los estratos sociales más elevados. Tal circunstancia es la que le permite afirmar, tal y como señala Maravall, que "tan solo en el plano de la nobleza hace su aparición en toda su plenitud la cuestión del honor" (Maravall, 1979:32).
El honor en su expresión superlativa es patrimonio de la nobleza. Esta exclusividad encuentra su razón de ser en la función guerrera que desempeña durante la Edad Media y parte de la Edad Moderna hasta su definitivo acortesanamiento.
c) Los estamentos, y sobre todo los superiores, regulan con extraordinario rigor y celo las condiciones de acceso a su estamento. Desde esta óptica, se habla de la sociedad estamental como una sociedad hermética (García Pelayo, 1946:37). La nobleza, celosa de sus prerrogativas y prestigio, dificultará en la medida de sus posibilidades la incorporación de nuevos miembros a su estamento mediante mecanismos de cierre. El mecanismo principal de cierre es el nacimiento, aunque existen otros, como el de la limpieza de sangre, que actuarán de forma subordinada y complementaria al primero.
d) La sociedad estamental es una sociedad que, en comparación con su sucesora la sociedad de clases, presenta elevados niveles de estabilidad y un acusado carácter estático (Nota: Al respecto apunta Palacio Atard (1952:16): "Estabilidad de gentes, estabilidad de la riqueza, estabilidad de las funciones. La estabilidad [...] es una de las características más firmes de la sociedad estamental"). Aún siendo la estabilidad y la inmovilidad dominantes en la sociedad estamental, las transformaciones políticas, sociales y económicas que tienen lugar en la Edad Moderna fomentan la aparición de grupos sociales como la burguesía, que aspiran a incrementar sus posibilidades de movilidad social poniendo en cuestión la vocación estática de la sociedad estamental.
La estabilidad de la sociedad estamental se asienta sobre el principio funcional de la inmovilidad social. La posición que una persona ocupa en el entramado estamental es teóricamente inamovible y viene dada por el nacimiento. Según éste se produzca en uno u otro estamento, la persona quedará irremediablemente encuadrada en el estamento en el que haya nacido. La sociedad estamental clasifica a sus miembros atendiendo a "atributos adscriptivos"; esto es, atributos ajenos a la voluntad de esos mismos miembros. En este caso, el atributo adscriptivo primordial es el grupo social de nacimiento. Deja de lado "atributos adquiridos" como puedan ser el logro o el mérito personales. La consideración prioritaria de los atributos adscriptivos crea las condiciones de posibilidad para la consolidación de una jerarquía social teóricamente rígida y cerrada. Sin embargo, no por ello dejaron de producirse en la práctica movimientos en la escala social que contravienen la imagen de la sociedad estamental como sociedad estable, rígida o casi pétrea (Nota: A tales movimientos en la escala social se les achaca en ocasiones los más grandes males: "¡Ay, Tello! La perdición de las repúblicas causa el querer hacer los hombres de sus estados mudanzas". Lope de Vega, Los Tellos de Meneses; citado en Díaz Plaja (1974:255)).
Desde el siglo XV, el estamento del pueblo llano sufre una progresiva diferenciación en su seno de grupos sociales como consecuencia del incremento del número de profesiones, de la movilidad social y del pujante papel que comienza a desempeñar el dinero. Esta diferenciación de grupos sociales -entre los que se cuenta la burguesía- aumenta los niveles de la escala social y favorece la movilidad entre grupos socialmente cercanos. La movilidad no se produce nunca entre los dos extremos de la escala social -pasar de campesino a noble es una posibilidad descabellada- pero de lo que no cabe duda es de que el aumento de niveles y la diferenciación facilitan, como mínimo, la ascensión (Nota: Apunta Maravall (1972:21, Tomo II) sobre este aumento de niveles de la escala social: "La fragmentación del sistema tradicional de estamentos, aumentando la variedad de éstos, si trajo consigo un mayor número de eslabones en la cadena social, a su vez dio lugar a una mayor proximidad de cada uno de ellos respecto s sus inmediatos").
Si bien la estructura estamental contempla un reducido margen para la movilidad, lo cierto es que, al menos, la contempla. La movilidad se produce "por goteo" y, en consecuencia, cuando tiene lugar algún movimiento se trata de un movimiento aislado e individual. Como señala Maravall, "sólo puede contarse con casos excepcionales de ascensión e incorporación a estratos superiores que [...] son normales y hasta constitutivos de una organización por estamentos" (Maravall, 1979:130). La burguesía, paulatinamente enriquecida, llamará a las puertas del estamento noble (Nota: La progresiva irrupción de la burguesía como grupo social de creciente pujanza introdujo cambios paulatinos en los modos de vida de la nobleza. Así lo indica Maravall (1973:44): "A fines del XV, la entrada de los ricos, cada vez en mayor número, en el marco de la vida aristocrática, hace incontenible esa alteración o relajación que sus diferentes costumbres, gustos y valoraciones provocan").
Esta tendencia es constatable en todas las burguesías europeas (Maravall, 1972:28, tomo II) así como los medios habitualmente empleados por los burgueses para encumbrarse socialmente: la adquisición de tierras y el matrimonio con miembros de la nobleza aprovechando la falta de dinero y recursos de muchas familias nobles (Domínguez Ortiz, 1974:115-118). Así pues, es preciso tener presente este conjunto de cuestiones a la hora de evaluar el grado de inmovilidad y cierre de la sociedad estamental. Aunque es más abierta que una de castas pero más hermética que una de clases, la sociedad estamental siempre hubo de lidiar con el problema de los que pretendían ascender hasta un estamento superior (Maravall, 1973a:496).
e) El fundamento económico del sistema de privilegios reconocido por la sociedad estamental reside en la posesión de la tierra y en el mayorazgo. La propiedad de la tierra se la arrogan los estamentos elevados derivando de la propia tierra los medios de producción de riqueza (Nota: Indica Palacio Atard (1952:15) que en España, a mediados del siglo XVIII, el ochenta por ciento de la tierra pertenecía al rey, a la nobleza o a la Iglesia).. El mayorazgo se refiere al derecho que posee el primogénito de suceder en la posesión de bienes al titular de los mismos una vez que éste ha fallecido. De esta manera, la propiedad de esos bienes se perpetúa en el seno de una familia; quedan, pues, perpetuamente adjudicados a los mismos titulares. Esto supone que dichos bienes queden al margen de la libre circulación económica. Por tanto, la posesión de la tierra y el mayorazgo garantizan la supervivencia material de los estamentos privilegiados; constituyen sus fuentes fundamentales de ingreso económico.
Téngase en cuenta que en la sociedad estamental el ingreso económico o la posesión de riqueza no son criterios centrales de estratificación tal y como ocurre en la sociedad de clases, en donde la agrupación social básica es la que reúne a quienes poseen una situación económica similar. La sociedad estamental descansa sobre la afirmación de la natural desigualdad cualitativa de los hombres, desigualdad materializada jurídicamente en el estatuto legal de cada estamento. Los hombres no son desiguales por la cantidad de bienes materiales o riquezas que acumulen. Aquí, el criterio básico de estratificación es el prestigio y la estimación social que merecen cada uno de los estamentos en tanto agrupación social que encarna el principio de la natural desigualdad cualitativa de los hombres. Es el prestigio quien confiere riqueza y no al revés; son el prestigio y la estimación social los principios rectores del comportamiento económico de los estamentos superiores, fundamentalmente, de la nobleza. El gasto económico-monetario no se orienta según los ingresos que se obtienen sino según la exigencia derivada de la posición social ocupada. Se trata de un gasto guiado por la pretensión de afianzar el prestigio del que se disfruta. De ahí que, por ejemplo, no sea extraño que un noble pague una ganancia de prestigio con una pérdida de efectivos monetarios (Nota: Una clara y muy didáctica aportación al tema de la conducta económica guiada por el prestigio es el capítulo que con el título "Las peculiaridades del entramado cortesano-aristocrático" se incluye en La sociedad cortesana de Norbert Elias. El autor contrapone en dicho capítulo la lógica del prestigio -propia de la sociedad estamental- a la del beneficio -propia de la sociedad profesional-burguesa-. Cfr. Elias (1982:91-106)).
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. I.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. II.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. III.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. IV.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. V.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. VI.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. VII.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. VIII.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. IX.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. X.
- D. El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia. XI.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El penúltimo jalón en el camino. La generalización de la educación.
-
La sociedad estamental española: El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia.
-
El código de buenas maneras de la cortesía: Los modales en la Baja Edad Media española.
-
Nada hay de natural en un ser humano civilizado, nada que en su conducta o emociones podamos atribuir sólo o principalmente a la naturaleza.
-
La sociedad estamental española: El contexto social de los códigos de la cortesía, la cortesía moderna y la prudencia.
-
El código de buenas maneras de la cortesía: Los modales en la Baja Edad Media española.
-
Lo cierto es que incluso hoy, el vocablo "civil" resulta extraño para referirse a conductas bien compuestas.
-
El penúltimo jalón en el camino. La generalización de la educación.
-
Autoayuda y cuidado del yo. La civilizaciópn del conocimiento.
-
El penúltimo jalón en el camino. La generalización de la educación.
-
El penúltimo jalón en el camino. La generalización de la educación.
-
La civilización del comportamiento y la emocionalidad.