Bien sea en el momento, o al final de la velada, pero mejor delante de las personas que le han hecho el regalo. Solo en algunos países orientales, los abren en privado.

Si se recibe un regalo con tiempo para abrirlo ya sea porque los invitados van llegando de manera escalonada, o porque nos lo entregan en la intimidad, los regalos deben abrirse y agradecerse.

Si ofrecemos una gran fiesta con muchos invitados, se reciben se agradecen y no se abren, recibir y saludar a los invitados es más importante en ese momento que demorarse abriendo paquetes.

Se los agradece después con una llamada telefónica o cuando vemos a la persona.

Todo regalo debe ir siempre acompañado por una tarjeta de visita colocada en el interior del paquete o muy bien pegada para evitar pérdidas.

El envoltorio es muy importante, si compramos nuestro regalo en un pequeño comercio que no envuelve "para regalo", le cambiamos el papel y le colocamos un bonito lazo.

Recordamos en el momento del empaque que retiren el precio y, si el comercio lo hace, pedimos que coloquen la tarjeta para cambios.

Al abrir un paquete somos discretos para no herir a quienes no trajeron regalo o sólo hicieron una pequeña atención.