En el arte de regalar el presupuesto ocupa un pequeño lugar, se valora mucho el haber pensado qué es lo que le puede gustar/interesar al destinatario del regalo.
Tienes que preguntarle a tu novio, qué le gusta a su madre, qué tipo de mujer es: ama de casa perfecta, cocinera insuperable, costurera habilidosa, amante de las manualidades, coqueta y moderna, trabajadora sin tiempo libre...
Luego de conocer su estilo y sus preferencias, busca dentro de tu presupuesto un regalito que demuestre que pensaste en ella.
Si todo se complica siempre estarán las flores, pero prefiero algo más pensado.

No es mi suegra, es mi consuegra (perdona la equivocación), mi hija ya la conoce hace unos años, pero yo no, y como es una señora mayor y de aldea, ama de casa por supuesto, estoy hecha un lio.
Gracias y perdona

Ya me diste dos datos tu misma: edad y estilo de vida.
No te hagas tanto problema, la vida está hecha de estos encuentros que finalmente resultan más fáciles de lo que imaginamos.
No le lleves algo para su casa, busca algo para ella: un pañuelo de cuello es mejor que un adorno.

No le lleves nada, conócela primero antes y, luego de la visita o de la estancia, piensa qué obsequiarle en razón de tus impresiones.

Lo primero es buena predisposición, lo segundo gratitud y estima, siempre que primero y segundo sean más que convención.

En la aldea la inteligencia -y la suspicacia y la desconfianza- son muy vivas. Poco a poco, mejor después que antes.