Esperanza
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Devolver visita
Buenos días. Mi marido ha estado enfermo unos días y ha recibido varias visitas de familiares y amigos. ¿Hay que devolver las visitas, sean del tipo que sean? En casa, siempre oí a mi madre decir que cuando te hacen una visita, es correcto y educado devolverla. ¿Hay alguna diferencia entre la visita de cortesía, - muy habitual en tiempos de nuestros padres y abuelos hacer la famosa visita de los domingos -, y la visita a un enfermo?
Esperanza
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RE: Devolver visita
05/02/09 00:00
Muchísimas gracias. Beatriz. No esperaba una respuesta tan completa. Ha sido una verdadera lección de buenas maneras. Da gusto aprender cosas tan interesantes. Gracias de nuevo por dedicarme un poco de tu tiempo.
Beatriz
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RE: Devolver visita
04/02/09 00:00
Es un tema muy interesante que merece un desarrollo.
La vida moderna terminó con las visitas con día y hora fijos "de recibo".
El origen de las tarjetas de visita es justamente ese, cuando acudíamos a una casa fuera del día y hora de recibo y no encontrábamos a los señores, dejábamos la tarjeta de visita. Los ausentes tenían la obligación de devolver esa visita fallida o de invitar folmalmente con día y hora a los que no habían sido recibidos oportunamente.
No hacerlo era una falta social grave.
Hoy el teléfono, los SMS y los e-mails mataron todas esas sutiles prácticas y en muchos casos reemplazan a las visitas "en persona" por medios electrónicos.
Nada como escribir de puño y letra, envien notas ¡causan sensación! (porque ya nadie lo hace).
Dentro del mundo de las visitas existe una variedad muy especial que me gustaría resumir.
Cómo visitar a un enfermo o el arte de la discreción:
Hay enfermos y enfermos, el grado de gravedad cuenta y el sentido común impera.
- A una señora que tuvo un bebé se la visita en la clínica ya que en la casa estará muy ocupada adaptándose a la maternidad y la lactancia.
Sólo tienen derecho a invadir la intimidad de la clínica las personas de confianza, el círculo de familia y afectos que tiene genuinos deseos de conocer a bebé y de felicitar a la madre.
Si el parto tuvo complicaciones nos informamos pero sin molestar.
- Enfermos leves internados, se visitan si existe confianza.
- Enfermos graves internados, nos informamos sin molestar.
- Enfermos que están en su casa, se visitan si somos de confianza y la invitación debe surgir de la familia, no imponemos nuestra presencia.
A un enfermo se lo visita brevemente, con respeto, sin hacer preguntas delicadas sobre su estado, sin hablar de cosas desagradables.
Se puede desear una pronta mejoría por escrito, enviando una notita.
Se pueden enviar flores.
Prudencia, respeto y MUCHO SENTIDO COMÚN.
Esta clase especial de visita NO SE DEVUELVE, SE AGRADECE.
El mismo enfermo una vez recuperado agradece diciendo: "sé que llamó y se interesó por mi, muchas gracias, ya estoy mejor"
La vida moderna terminó con las visitas con día y hora fijos "de recibo".
El origen de las tarjetas de visita es justamente ese, cuando acudíamos a una casa fuera del día y hora de recibo y no encontrábamos a los señores, dejábamos la tarjeta de visita. Los ausentes tenían la obligación de devolver esa visita fallida o de invitar folmalmente con día y hora a los que no habían sido recibidos oportunamente.
No hacerlo era una falta social grave.
Hoy el teléfono, los SMS y los e-mails mataron todas esas sutiles prácticas y en muchos casos reemplazan a las visitas "en persona" por medios electrónicos.
Nada como escribir de puño y letra, envien notas ¡causan sensación! (porque ya nadie lo hace).
Dentro del mundo de las visitas existe una variedad muy especial que me gustaría resumir.
Cómo visitar a un enfermo o el arte de la discreción:
Hay enfermos y enfermos, el grado de gravedad cuenta y el sentido común impera.
- A una señora que tuvo un bebé se la visita en la clínica ya que en la casa estará muy ocupada adaptándose a la maternidad y la lactancia.
Sólo tienen derecho a invadir la intimidad de la clínica las personas de confianza, el círculo de familia y afectos que tiene genuinos deseos de conocer a bebé y de felicitar a la madre.
Si el parto tuvo complicaciones nos informamos pero sin molestar.
- Enfermos leves internados, se visitan si existe confianza.
- Enfermos graves internados, nos informamos sin molestar.
- Enfermos que están en su casa, se visitan si somos de confianza y la invitación debe surgir de la familia, no imponemos nuestra presencia.
A un enfermo se lo visita brevemente, con respeto, sin hacer preguntas delicadas sobre su estado, sin hablar de cosas desagradables.
Se puede desear una pronta mejoría por escrito, enviando una notita.
Se pueden enviar flores.
Prudencia, respeto y MUCHO SENTIDO COMÚN.
Esta clase especial de visita NO SE DEVUELVE, SE AGRADECE.
El mismo enfermo una vez recuperado agradece diciendo: "sé que llamó y se interesó por mi, muchas gracias, ya estoy mejor"