Siempre dudo a la hora de ceder el paso.
En el trabajo procuro cedérselo a todos para ser la última que entre en una habitación o salga por la puerta. A veces los compañeros también se empeñan en cedérmelo y se producen situaciones absurdas de "Pasa tú" "No, tú" "No, tú".
Es peor cuando voy con mis jefes. Tengo un jefe, un hombre que es mayor que yo. Me cede siempre el paso pero no sé si yo debería insistir en pasar detrás de él, pues al fin y al cabo es mi jefe y de cargo diplomático. Veo que él cede siempre el paso a las visitas (muchas veces se dan situaciones confusas como la que describo antes en las que nadie quiere pasar primero). Tengo otra jefa mujer y mayor que yo que también se empeña en cederme el paso.
¿Qué es lo más correcto? Agradecería mucho vuestros consejos.
maria
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Ceder el paso
maría
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RE: Ceder el paso
04/03/09 00:00
gracias a ambos por vuestras respuestas.
MC
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RE: Ceder el paso
16/01/09 00:00
María, lo primero decirte la suerte que tienes de que todavía te encuentres gente así. Yo también he trabajado con diplomáticos y a excepción de unos pocos, los demás siempre pasan delante y/o te tiran la puerta del ascensor a la cara porque para eso son Ilmo.!
Yo aceptaría que el señor mayor me dejara el paso después de intentar cedérselo yo. A la señora mayor le insistiría más, puesto que no tiene por qué dejarte pasar delante. Ahora bien, entrar en las eternas discusiones de "después de usted", "no, no, pase usted primero" y así estar dos horas, sinceramente, más práctico es pasar si insisten y no darle más importancia.
Yo aceptaría que el señor mayor me dejara el paso después de intentar cedérselo yo. A la señora mayor le insistiría más, puesto que no tiene por qué dejarte pasar delante. Ahora bien, entrar en las eternas discusiones de "después de usted", "no, no, pase usted primero" y así estar dos horas, sinceramente, más práctico es pasar si insisten y no darle más importancia.
Anónimo
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RE: Ceder el paso
15/01/09 00:00
Es muy sencillo, María: cuando varias personas llegan a un sitio por el que suele pasar de uno en uno, generalmente, nos detenemos; es decir, mostramos corporalmente nuestra disposición a ceder el paso antes de hacerlo verbalmente; subraya, sin verbalizar, esa disposición.
Después, haremos caso a la persona que ceda el paso verbalmente -el anfitrión, por ejemplo, o sus auxiliares; etc.-, y aprenderemos a cederlo verbalmente cuando sea oportuno -leeremos el lenguaje gestual, sabremos con quién vamos; daremos a cada uno, en fin, lo que quiere y en razón de lo que es-.
Después, haremos caso a la persona que ceda el paso verbalmente -el anfitrión, por ejemplo, o sus auxiliares; etc.-, y aprenderemos a cederlo verbalmente cuando sea oportuno -leeremos el lenguaje gestual, sabremos con quién vamos; daremos a cada uno, en fin, lo que quiere y en razón de lo que es-.