Gracias chicos, visto lo que me habeis respondido lo que vamos a hacer es preguntarle directamente que dónde quiere que lo coloquemos, si quiere la mesa presidencial o prefiere que lo sentemos con otros amigos suyos, yo espero que elija la segunda opción, porque en medio de nosotros, ni de broma, jejeje

Literalmente, en el centro de la mesa, como los adornos florales.

Al que escribió anteriormente, le recomiendo que se meta sus comentarios en el "back pocket".

El Arzobispo en la mesa presidencial y yo diría que entre los novios... Es decir el lugar más importante.
De todas formas es un acto privado por lo que no hay una regla fija.
Al concelebrante le puedes poner en otra mesa si consideras que encaja correctamente.

Hola María,

estoy de acuerdo con la respuesta de Santiago, de todas formas, en una boda los anfitriones son los novios y en este caso el arzobispo es el invitado de honor. Por esa razón debe ir en la mesa presidencial, y debe tener el lugar más importante (es decir, en el medio de los novios), pero yo no lo pondría allí, aunque sí le daría un puesto importante en la mesa.
En cuanto al otro cura, como bien a dicho Santiago, puedes ponerlo en otra mesa siempre y cuando no sea un familiar directo.

Espero haber sido de ayuda.
Un saludo.

Perdona Nieves,

si es un familiar directo también lo puedes sentar en otra mesa, y además sera más sencillo.
Si por ejemplo es el primo de uno de los novios, estará encantado en una mesa con otros primos...

El ser arzobispo tiene que tener una adecuada respuesta por parte de la cortesía. Se ha dicho que es un acto sdocial y de allí hay que partir.
Poner a los novios junto al arzobispo y a los padrinos es una solución poco afortunada. A lo mejor si los padres de la novia o del novio son amigos suyos se podría armar una mesa
para ellos junto con algunas personas más. Los novios tienen que disfrutar de su fiesta de bodas. Quizá vendría bien una mesa con sus hermanos y primos o amigos más íntimos. Distinto sería el caso de uans bodas de plata o de oro donde el arzobispo tendría el honor de compartir con los esposos la mesa.
De todas maneras si los novios desean tener una mesa presidencial tradicional hay que respetar el parecer puesto que ellos son los dueños de casa. Ahora, si se aburren que no se quejen.