Yo preguntaría si alguien más va a llevar algo. Si es así, lo ideal es una buena botella de vino, de la que todos puedan disfrutar, dado que no es un tema personal sino de empresa.

Saludos.

Cristina Esther, si hay algo que no se debe llevar es justamente una botella de vino.
Una botella de vino rinde 6 copas, si hubiera más de 6 invitados se vuelve una complicación.
A una casa, sólo llevamos vino cuando está perfectamente arreglado y en ese caso, llevamos mínimo 2 botellas (12 copas).
Dices una "buena botella", si es mejor que el de la casa marcará una incómoda diferencia, y si es peor, simplemente quedas mal.

El consejo de Oro II es simplemente perfecto.

Nunca se regala 1 botella de vino, al menos 2. No se beben 2 vinos distintos en una misma noche.

Mejor que un ramo de flores una flor de pascua, muy navideña y sencilla....

Con sólo leer este Foro comprobarás, una vez más, hasta qué punto la gente es difícil y envidiosa.
Siendo una recién llegada debes tener cuidado de no sacar los pies del plato, trata de averiguar si se respeta el pedido de no hacer regalos.
Los seres humanos no mejoran porque sea Navidad, siguen fieles a sus mezquindades e intrigas, temo que tu gesto (que apruebo) sea tomado por el equipo como una forma de darte importancia o congraciarte.
Nunca te cuidarás lo suficiente de un compañero de trabajo que tema que le quites el puesto.

Gracias por el consejo, eso es lo que pensé yo. Siempre me han enseñado que de bien nacido es ser agradecido, pero temía que mi gesto se viera más como peloteo que como agradecimiento. Por eso para no quedar en evidencia también pensé en enviar un detalle al día siguiente.

Por ser el primer año creo que lo mejor será oír, ver y callar.

Gracias y saludos.

En primer lugar, Ana, no sé por qué razón crees que debes agradecer una invitación, dirigida por e-mail, a una cena de empresa, es decir, a realizar horas extras -y generalmente vulgares- no remuneradas.

En segundo lugar, oir, ver y callar son virtudes atemporales, práctícalas el primer, el segundo, el tercer y todos los años.

Y en tercero, la prenda de agradecimiento, el obsequio, no solo depende de tus compañeros sino también del jefe, a quien no suele gustar -ni tampoco a su cónyuge- que el empleado quede por encima de ellos.

Si eres astuta, sabrás aprovechar ese instante oportuno en que se debe expresar la gratitud, más gestual que verbalmente, haciendo del obsequio, por ahora, algo innecesario y hasta perjuicioso para ti.