No es correcto ni incorrecto, Erika, sino una costumbre actual que convive con otras, por ejemplo, aquella por la cual el hombre invita -o suele invitar- a la mujer.

Siempre habrá cosas de la otra persona que quisiera fueran de otro modo; valore a qué punto es importante para usted y tome una decisión; piense, asimismo, que también para él deben de haber cosas de usted que las prefirise de otra manera. Si sabe ser sutil, déjelo caer, invitándole o bromeando, por ejemplo.

Es una práctica habitual en las parejas actuales. No has dicho tu rango de edad, pero entre los jóvenes es muy habitual. Entre las parejas de más edad, se siguen normas de cortesía más clásicas, al menos en lo que yo veo cada día.