marcos
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Tratamiento

En la confeccion de una lista de invitados para
ubicarlos en una mesa podemos poner el nombre de D. y Sra.´¿seria correcto? y el caso de que la invitada sea una Sra. pondriamos Dña. y ?
Oscar
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RE: Tratamiento

07/12/07 00:00
Parece que hay algunas personas que sufren de insomnio y escriban in extenso. ¿Por qué no se callan un poco?
Esther Morillas
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RE: Tratamiento

28/11/07 00:00
Desde luego alabo la costumbre de Uruguay porque me parece más lógica pero, como dice Santiago, en España se utiliza la otra fórmula.

El uso de Sres. de Tal ha sido la costumbre utilizada durante muho tiempo. En la actualidad, en busca de fórmulas que concilien la igualdad de género, se van sustituyendo todas aquellas tradiciones que ningunean(gramaticalmente hablando) al género femenino. No voy a entrar en lo importante o no del tema para eliminar barreras sexistas porque este no es el foro para ello.

Volviendo al tema que nos ocupa, ciertamente si analizamos literalmente la expresión Sres. de Tal, llegamos a la conclusión de que se trata de un mal uso de la lengua pero esta afirmación está sesgada. Como cualquier otra cuestión, debe entenderse dentro de su contexto y a través de su propia evolución - la cual suele ir encaminada a simplificar el lenguaje-: El Sres. de Gutierrez, es la abreviatura lingüistica de Sres. de la familia Gutierrez; se omite el apellido de la mujer, como norma general, porque, en España la titularidad familiar recae en el varón que es quien da normalmente el primer apellido a los hijos (es la línea genealógica que continuará, pediendose la otra): la Sra. Rios mujer del Sr. Gutierrez es, tradicionalmente, Sra. de Gutierrez (o Sra. de la familiar Gutierrez) o Sra. Rios de Gutierrez.

Actualmente, la legislación permite que sea el apellido de la madre el que vaya en primer lugar, si esto se aplica por consenso en todos los hijos presentes y futuros de la pareja, por lo que, de darse este caso, la Sra. Rios sería la titular de la familiar por lo que su marido sería Sr. de Rios (o Sr. de la familiar Rios) o Sr. Gutierrez de Rios y la pareja sería Sres. de Rios (o Sres. de la familiar Rios).

Un saludo,
Anónimo
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RE: Tratamiento

28/11/07 00:00
No, Esther. Y me explico, permíteme:

1) Ese uso no es, como se cree, tan antiguo: podría remontarse al XIX, y, con seguridad, al XX; más allá, tan solo se lamaba "Sres. de" al titular y consorte de un título nobiliario de señor, por ejemplo. Y Sres. del Solar de Tal o de la Torre de Cual, elidiendo, a veces, "del solar" o "de la torre" o "del palacio".


2) La partícula de que discutimos ahora no es cuestión sexista: su explicación es otra. Lo que se tacha sexista es, no solo dar a la mujer el apellido del hombre, como una parte que designara un todo, tal se hace en España (Sres. Pérez o de Pérez, como se quiera), sino que también lo que, como dice Agustina, se estila en su Uruguay: "señora Rita Lavalleja de Maldonado"; si bien ella conserva el apellido, se le suma el del marido mediante la partícula; eso, para algunos, es tan sexista como la fórmula española; prefieren, por ejemplo, Sr. Agustín de Maldonado y Sra. Rita Lavalleja, y aun puede que no se contentasen con el orden, si primero el hombre y luego la mujer; son cuestiones vivas que los estudiosos deberán resolver.

3) Cuando se dice "Sres. de Gutierréz", lo se elide -como se dirá, nada en verdad se elide- no es "de la familia" no hay señores de una familia, ni en la familia Gutiérrez ni en alguna otra; sino cabezas de familia. Nunca han habido señores de una familia , sino cabeza(s).

Antiguamente, se les llamaba Parientes Mayores, por ejemplo, y no para familias nucleares, sino linajes.

Hoy se estila, entre teleoperadores, preguntar, cursimente, por "el señor(a) de la casa"; las casas, hoy, no tienen señor, sino dueño o inquilino; y "señor" por "dueño" es, hoy, una cursilería.

Pero señor de una familia, sencillamente, un disparate; aquél, aunque cursi, se explica; éste, como se verá, no tiene justificación, por muy extendido que esté su uso.

Cuando se dice "Sres de Gutiérrez", es decir, cuando se emplea esta construcción como fórmula protocolaria, no hay, en verdad, elisión alguna; es decir: no es la elisión lo que explica y justifica esa fórmula; es, más bien, una trasposición de una fórmula que, si bien responde apropiadamente a un supuesto muy parecido, resulta en éste de todo punto injustificado, inapropiado:

La fórmula -no se olvide que su antigüedad no es tanta- que se emplea para la mujer:

"Señora de Gutiérrez"

se ha tomado para la fórmula que designa al matrimonio, dando la construcción:

"Sres de Gutiérrez"

Pero la fórmula que debiera haberse tomado para designar a ambos consortes debiera haber sido la contraria:

"Sr. Gutiérrez"

que daría:

"Sres. Gutiérrez"

Por ello, la fórmula correcta es "Sres Gutiérrez", es decir, el apellido del marido designa suficientemente a ambos consortes, y no requiere de la partícula entre el tratamiento (Sres.) y el apellido (Gutiérrez), porque es innecesaria y, por ende, inapropiada.

La construcción gramatical no requiere partícula, y la partícula, por tanto, sobra.

Si se admite en singular, como apropiada, es porque le imprime un matiz gramaticalmente correcto:

"Sra. Gutiérrez" o "Sra. de Gutiérrez" son igualmente apropiadas; en España, como uso social, tanto vale la primera como la segunda; socialmente, la mujer puede adoptar el apellido del marido, sin que medie la partícula; ésta permite deshacer posibles equívocos: la "de" nos permite saber que se hace llamar por el apellido de su marido; pero ambas son correctas y su uso, en España, meramente social. Otra cosa es que, con ser correcta, no responda a los cambios sociales, no satisfaga, antes bien moleste a ciertas personas.

Obviamente, el uso ha impuesto la fórmula, y se seguirá usando; pero, quien lo haga, que es muy libre, no se escude, primero, en que es tradición, porque no arranca tiempo ha, y, segundo, en que es apropiado, cuando es, precisamente, lo opuesto.

Si se quieren usar estas fórmulas, úsense, a lo menos, correctamente:

Sr. Gutiérrez

Sra. Gutiérrez o Sra. de Gutiérrez (preferiblemente)

y

Sres. Gutiérrez.

Otro para ti, y gracias por tu respuesta.

P. S. La última parte es también inexacta: según la legislación, los hijos, cuando tengan mayoría de edad, pueden adoptar por primer apellido el de la madre, de suerte que dos hermanos pueden tener primeros apellidos distintos, según haya uno mantenido el del padre y el otro lo haya trocado por el de la madre; es a los hijos menores de edad que se les deben invertir conjuntamente los apellidos, siempre que haya consenso entre ambos progenitores. Juraría que es así; pero, aunque fuera algo inexacto, pues que hablo de memoria y hace mucho que leí el precepto, el orden de los apellidos de los hijos no condiciona ni ha condicionado nunca las fórmulas protocolarias de que discutimos. Los titulares de la familia son padre y madre, y, más que de la familia, de la patria potestad de los hijos. Pero las familias no tienen señores, no ya jurídica, sino también socialmente: no hay señores de familia, sino cabeza(s) de familia.

Estas fórmulas no vienen dadas por lo que llama titularidad de la familia ni lo que se elide, pues, son los señores [de la familia] de Gutiérrez; sino por el vínculo matrimonial (ya no); así, por razón de este vínculo y la prevalencia del hombre sobre la mujer, las fórmulas: Sr. Gutiérrez, Sra. Gutiérrez o Sra. de Gutiérrez y Sres. Gutiérrez o -incorrectamente- Sres. de Gutiérrez. Repara, también, en las fórmulas para solteronas y viudas: Srta. Tal o Sra. viuda de Tal. Todas ellas responden, en su construcción, al estado civil, tengan o dejen de tener hijos, nietos o bisnietos, este o aquel apellido, en este o aquel orden (tampoco esto es nuevo: el uso de los apellidos, tal y como los conocíamos hasta esta modificación, es de 1870, si bien se generalizó mucho antes, pero muy irregularmente: cada persona podía tomar el apellido que se le antojara, salvo prescrpciones, como imposición de apellido por sucesión en mayorazgo, por ejemplo; esta modificación, que se cree nueva, nos vuelve, en cierto modo, al medievo; no entro en juzgar su idoneidad).

En Cataluña, por ejemplo, los usos históricos eran que la mujer casara tomara el del marido primero, al que seguía el suyo, intercalando la "i": Maria Cases i Pujol = Maria Pujol casada con N Cases. Pero a veces ella, por razón de pubilla (heredera) imponía el suyo al marido (pubill), que lo tomaba como primero: así: Joan Cases, al casar con la pubilla Maria Pujol, se pasaba a llamar Joan Pujol olim [=en otro tiempo] Cases, por ejemplo (hay más fórmulas).

Esos sí son usos tradicionales, históricos, y no los pretendidos, que hunden sus raices a fines XIX-XX.

Perdón por tanta lata.
Anónimo
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RE: Tratamiento

28/11/07 00:00
Recapitulo:

1) No es uso tradicional, histórico, sino relativamente próximo, moderno.

2) Estas fórmulas protocolarias responden al estado civil: soltero, casado o viudo.

3) Sus construcciones gramaticales, pues, deben responder a esa causa. Así:

a)Sr. Gutiérrez.

b) Srta. Gutiérrez (=soltera apellidada Gutiérrez)

c) Sra. Gutiérrez o Sra. de Gutiérrez (=mujer de Gutiérrez; también soltera, en el primer caso, apellidada Gutiérrez; Sra por Srta.)

d) Sres. Gutiérrez (=matrimonio Gutiérrez, ambos consortes designados por apellido marido)

e) Sra. viuda de Gutiérrez


Si se quieren usar socialmente estas fórmulas, así se construyen correctamente; cuestión a parte es si, con ser correctas, responden satisfactoriamente a los cambios que, de un tiempo a esta parte, vienen produciéndose, guste o disgutes, en la sociedad, por lo menos, española.
Esther Morillas
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RE: Tratamiento

28/11/07 00:00
Muy interesante lo que expones; no tengo nada que añadir porque todo lo que expuse son argumentos ajenos y, sinceramente, ni siquiera estoy de acuerdo con el uso del apellido del hombre para designar a la pareje o a ella. Me parece obsoleto pero es solo mi opinión.

Un saludo,
Anónimo
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RE: Tratamiento

28/11/07 00:00
Yo comparto también tu opinión, Esther, pues que los supuestos sociales que pueden darse son tantos y tan distintos, que estas fórmulas siquiera los contemplan.

Por ello es preciso reconcebir estas disciplnas, adaptándolas a las nuevas circunstancias sociales. Será cosa, obviamente, de estudiosos y sesudos, con amplia formación y cultura, y la vista puesta en el horizonte sin prejuicio alguno.

Otro para ti
Santiago Villamayor
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RE: Tratamiento

28/11/07 00:00
Recapituo yo.

Si quereis hacerlo como se hace en los acontecimientos de cierto nivel social:

Sr. D., Sra. de y Sres de.

Todo lo demás está muy bien, lo mio es solo un consejo y como ya les he dicho, el uso de otras fórmulas puede ser considerado por mucha gente como una paletada. Repito sólo un consejo.
Anónimo
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RE: Tratamiento

28/11/07 00:00
Lo que un ignorante juzgue paletada cuando siquiera sabe explicar la razón de las fórmulas que emplea y recomienda, como usted comprenderá, poco importa.
Santiago Villamayor
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RE: Tratamiento

27/11/07 00:00
Como ya he explicado en alguna ocasión no es que yo defienda o deje de defender esta fórmula. Hablo de España no se como funciona en otros lugares. Yo no soy titulado ni experto en protocolo y por eso mi visión es mucho más amplia. Sólo digo que así es como se debe de poner por costumbre y como estoy acostumbrado a verlo. Si me caso yo lo pondré asi. En las bodas a las que asisto, lo encuentro así. Cuando me invitan a algún acto (y les aseguro que creo que cuidan mucho las formas) lo encuentro así. Yo sólo trato de ayudar. Les aseguro que esta es la fórmula correcta.

Si las mujeres se sienten infravaloradas no es mi culpa, no lo he inventado yo. También me parece una exageracion sentirse menos por usar el apellido de su marido, como ha ocurrido en la historia y en practicamente todas las culturas (de hecho en España es en uno de los pocos países donde mantienen su apellido de solteras). Creo que la liberación de la mujer no se ve afectada por esto.
Anónimo
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RE: Tratamiento

27/11/07 00:00
Le ruego, nuevamente, explique cuáles son las razones, las causas, los fundamentos que le permiten ASEGURAR (!) que "es la fórmula correcta".

Lo que ve, aquí o allá, no es -¡obviamente!- argumento. Por demás, le admito, ciertamente, que es uso muy extendido, aun entre aquellos que creen saber, pero no por ello es correcto. Y su corrección, no pasa tanto por estas disciplinas como por la gramática -los tratamientos requieren del lenguaje, por lo que, quien a esto se haya consagrado profesionalmente, debería conocer y comprender el lenguaje, la herramienta-.

Obviamente, usted no ha inventado nada; pero ignorar el presente, so pretexto del pasado, no es una actitud inteligente y, en la medida en que ofenda, será culpable, no por inventor, sino por aplicar.

No juzgo la actitud de la mujer. Pero el cambio, en no pequeña cantidad de ellas, es una evidencia, ya desde fines del XX. Pasarlo en silencio no es inteligente. Y, personalmente, le diré que, si fuera mujer, no renunciaría a ser llamada como me llamo, por mis apellidos, los de mis linajes paterno y materno. Supongo, como se deduce de su respuesta, que usted renunciaría gustosamente al suyo.

Pero no es meramente lo que llama "liberación de la mujer"; es que muchas uniones sentimentales no pasan por el matrimonio, ni por la heterosexualidad; muchas se desunen tan pronto se han unido; muchas ... Son muchos los cambios sociales y, por ende, las viejas costumbres no responden satisfactoriamente a ellos.
Santiago Villamayor
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RE: Tratamiento

27/11/07 00:00
Le repito, no soy un técnico del tema. Todo lo que se lo debo a mi educación, y mi experiencia, que personalmente me basta. Yo expongo, con el fin de ayudar, lo que yo veo diariamente y se que es lo correcto. De hecho a mi gente de protocolo les exijo que lo hagan de esta forma.

Como he dicho España es uno de los pocos países del mundo donde afortunadamente las mujeres mantienen su nombre civilmente. Eso es un ventaja, civilmente. Aunque ahora la gente se case en el Casino de torrelodones, 7 veces, hagan 1ª comunión civil en el ayuntamiento, o todo esto que vd. llama cambios sociales, a mi no me importa. Lo correcto y la educación no pasan de moda. Sin embargo si en una invitación pone vd. Sr. Pérez y Sra. o Sr. Pérez y Sra Martinez (siendo matrimonio) quedará vd. como un auténtico paleto, por lo menos para mi.

El que quiera quedarse con mis consejos que lo haga, por eso los cuelgo y lo hago encantado, el que no que haga lo que quiera.
Anónimo
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RE: Tratamiento

27/11/07 00:00
No, es Sres. Pérez, sencillamente, y no "de Pérez", aunque sepa que es correcto, lo asegure y, ¡sin embargo!, no sepa decir por qué.

Y lo cierto es que no sabe que es correcto porque no puede saberlo, ya que conoce el porqué y, peor, siquiera le interesa, apesar de aconsejar; otra cosa es que lo haya aprendido, lo use y crea que lo es.

Lo demás, no merece comentario, pues que ofrece sus medidas muy a las claras.

.
Agustina (Uruguay)
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RE: Tratamiento

27/11/07 00:00
Haya paz en Zalamea y en todos su contornos!
Se han dicho muchas cosas, menos que los que han intervenido son españoles y comentan cosas que suceden en España.
Si les gusta, pueden seguir seguir sus usos es.
Aquí en Uruguay, las mujeres al casarnos, no perdemos nuestro apellido.Por eso, en las invitaciones se pone, en el caso de matrimonios,
Señor Agustín de Maldonado y Señora.Cuando se colocan tarjetas de ubicación en las mesas, se escribe: Señor Agustín de Maldonado y Señora Rita Lavalleja de Maldonado.
Lo de Señores de Maldonado, no se usa.
Santiago Villamayor
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RE: Tratamiento

26/11/07 00:00
De nuevo.

Srs de Apellido (si son Matrimonio)

Sr. Don Nombre Apellido
Srta Doña Nombre Apellido (si es soltera o separada)
Sra de Apellido del Marido (si casada asiste sola)
Sra Vda de Apellido del Marido (si es viuda)

Cuida los Ilmos y los Exmos y si existen títulos.

Aunque la invitada sea una sra. debes poner Sres de Apellido del Marido
Anónimo
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RE: Tratamiento

26/11/07 00:00
No; el "de", ya se ha explicó en otro hilo, es inapropiado.

Sres. Pérez, no Sres. de Pérez; analícelo gramaticalmente y se revelará el disparate. (Los Sres. de De Alvear [algunos habrá] aplicando su consejo y el disparate ortográfico de la RAE, que suma la partícula al apellido, como si formara parte de él; pero jamás dirán, los señores académicos, De Cervantes por Miguel de Cervantes)

No olvide, por demás, que muchas mujeres ya no transigen en ser nombradas, so pretexto de la costumbre, por los apellidos de sus maridos, ni la solterarona, otrora señorita, se considera menos señora que la señora, si es que hay mujeres que comprenden que la edad no se corresponde con el tratamiento ("No me llames de usted, no soy tan vieja", por ejemplo) y admiten ser tratadas como señoras.

El siglo XXI ha traido unos cambios que, guste o no, influyen en estas disciplinas, que deben repensándose, adaptarse desde la tradición.

Anónimo
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RE: Tratamiento

26/11/07 00:00
Le ruego, señor Villamayor, explique por qué debe decirse "Sres. + de + apellido marido", esto es, cuál es la razón por la que debe intercalarse, entre el tratamiento y el apellido, la preposición "de", pues que, si tal construcción recomienda, es, indudablemente, porque tiene razones para ello que, siquiera por cortesía, muy gustosamente ofrecerá a quienes desean aprender. Mil gracias, don Santiago.