Cuando eres un invitado, lo correcto es seguir las indicaciones de los anfitriones. Si los anfitriones no indican nada, los invitados pueden optar por seguir la etiqueta más común a la circunstancia o no; obviamente, puede que se esten "saltando el protocolo" pero podrán ampararse en multitud de justificaciones.

Yo personalmente, en los eventos sociales de caracter familiar la etiqueta tien una importancia "menos relevantes" que en los de caracter más solemne. Yo en mi boda puedo proponer una etiqueta pero si alguien no la sigue, yo personalmente, no me molestaria: prefiero que vaya cómodo a elegante pero ¡cada cual es un mundo!

Hay muchas personas que reniegan del uso de la corbata, y bueno, no les vamos a obligar a que se la pongan, a veces no es una cuestión de ser transgresor, sino de principios.

Opino como Esther en que la etiqueta, en eventos de carácter familiar, como una boda, se pueden aceptar esas "peculiaridades" de determinadas personas.

Saludos.

Perdón!! Quise decir fanático!!!

Si, cuando no se piensa cumplir las normas lo mejor es abstenerse de ser un maleducado. Es como los padres que se quejan de un determinado colegio, club o sociedad. Hay unas normas y quienes no las cumplan que no se apunten. Pero apuntarse para quebrantarlas no es cuestión de tener más libertades o ser más moderno o enrollado, sino que es ser un maleducado. Y por desgracia cada vez hay más gente.

Romper con las normas no es molón, chic o como quiera llamarse, aunque parece ser una interpretación bastante común.

Pero, si con cierta maldad, tu les aplicas el mismo "tratamiento" les parece mal. Saltarse sus normas entonces es otra cosa. A veces pasa en cuestiones tales como las visitas. Vienen amigos o familiares a casa y en términos coloquiales pasan de tener cuidado con sus vasos, su pies, etc. Pero luego vas a su casa y cudadín (que diría Chiquito de la Calzada) allí como en museo se mira pero no se toca.