Echarla no puede no, pero eso es teoria porque en la practica si la echa a ver si no te compensa meterte en pleitos por un cafe.

La mejor idea la han dado Oscar y Dolly, asi que te sujiero Martita, que si no te atreves a decirle al caradura de tu jefe que se haga el mismo su cafe y que de paso te ponga otro a ti, que le hagas el peor zumo de su vida. Echale un poco de sal y llenaselo hasta el mismisimo borde para que se le derrame al llevarselo a la boca encima de algun informe inportante, y tarda mucho tiempo en llevarselo diciendo que estabas terminando una cosa de trabajo importante. Si te pide ademas tostadas quemaselas y ponles demasiada mantequilla. Despues de 10 desayunos te aseguro que no te lo volvera a pedir.

Quizás la pregunta de Martita era "cómo puedo decirle a mi jefe que ... sin perder las formas". Es un problema laboral, si, pero tambien veo aquí una cuestión de etiqueta.

Jejejej ... me ha gustado la iniciativa de "El zumo más amargo de su vida". Es práctica, y hay personas que no aprenden por más que se hable con ellas. Sigue los consejos de Belvedere, Dolly y Oscar, Martita :-)

Y suerte ;-)

Martita: No sé si te has percatado de que éste es un foro de protocolo y etiqueta.Comprendo bien lo que te sucede pero,¿ no crees que lo tuyo es un tema laboral?
Tómalo como lo que es y lo solucionarás. De seguro que hablando todo se arregla. Echarte no te puede, porque para eso hay unas leyes laborales y todos nos cuidamos mucho antes de no respetarlas.
¡Animo, buena amiga!

Martita, yo pienso que deberías dejar claras las cosas a tu jefe y establecer una serie de medidas que no lleven a que esta situación se convierta en una nueva obligación de tus labores profesionales.

Decía mi abuela que más ponerse una vez colorao que ciento amarillo. Habla con tu jefe.

Estoy completamente de acuerdo con Ritha.

Martita: A ver si encima, por prepararle el desayuno a tu jefe, no vas a tener tiempo de hacer bien el trabajo para el que sí te han contratado. Habla con tu jefe, y sin rodeos. Él tambien tiene manitas para prepararse un refresco.

Martita quizás os conteste que le da miedo que la echen o empeorar las relaciones laborales con su jefe. No obstante, Martita, debes ponerte en tu sitio por encima incluso de tu conveniencia, pues de ningún modo te corresponde servirle. Pero antes, Martita, vierte, despistada y torpe, el refresco sobre su regazo.

Ja, ja, ja
Gracias Oscar por el buen rato que me has hecho pasar. Sería divertido.

Gracias a todos por su aporte.

a mi me pusieron ha hacer el cafe una vez.... lo hice tan pero tan mallll!!! que no me lo volvieron a pedir y cuando me preguntaron por que tenia tan mala mano, les dije que en mi casa nunca habia hecho esas tareas...y santo remedio


has mal el refresco !!!