Negociar en torno a una mesa.
Las comidas de negocios son bastante habituales en casi todos los países del mundo.
La comidas de negocios.
Al sentarse a la mesa para una comida de negocios, los asientos se suelen distribuir por razones de conveniencia más que por cuestiones protocolarias. Se suele sentar juntas a las personas con las que más interesa que hablen unos y otros.
A la hora de pedir, se puede dejar que sean los anfitriones los que nos propongan alguna sugerencia, o bien podemos pedir directamente lo que nos apetezca, siempre teniendo en cuenta de no abusar, tanto en cantidad como en el precio de los platos a pedir.
La primera conversación no suele ser sobre los temas profesionales, se suele hablar sobre temas generales como introducción y como una forma de profundizar un poco más en el conocimiento general del resto de las personas.
Generalmente, se suele hablar de negocios a los postres, aunque los anfitriones pueden sacar el tema a media comida; es mejor dejar que sean ellos los que inicien el tema.
Aunque se hable de negocios en la mesa, no estamos en la oficina. Por eso es mejor que los móviles, los ordenadores portátiles y los informes se queden "aparcados". Solo se deben utilizar en la oficina. Tampoco es el momento de intercambiar las tarjetas de visita. Eso se debería haber hecho en la oficina.
La americana mejor puesta que quitada, aunque las costumbres se han relajado bastante en estos temas de vestuario y no es nada extraño ver como muchas personas se quedan en mangas de camisa. No es muy correcto, pero cada es más aceptado.
Las normas en la mesa, las habituales para cualquier otro tipo de comidas. La servilleta estirada en el regazo, los codos fuera la mesa, los móviles apagados, el tabaco prohibido en la mesa, el intercambio de comida entre platos tampoco debería hacerse, pasar la mano por delante de otro comensal para tomar algo, etc.
A la hora de pagar la cuenta nada de escenas del tipo "pago yo". Paga el anfitrión y mejor con tarjeta de crédito para evitar ver el importe a pagar. Si el anfitrión lo ha preparado bien, puede que le pasen la cuenta a su oficina para evitar el "momento pagar la cuenta".
La sobremesa no debe alargarse más de la cuenta. Lo que no se haya podido hablar en ese tiempo se debe continuar al llegar de nuevo a la oficina. Los empleados del restaurante también tienen derecho a terminar su jornada laboral sin retrasos.
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
Todo va cambiando y cada vez es mayor el número de controles para seleccionar un candidato para un puesto estratégico y de gran responsabilidad
-
La comunicación es la transmisión de ideas e informaciones entre las personas que tiene como principal finalidad que quien la reciba reaccione de acuerdo con el mensaje emitido
-
Hay empresarios que organizan un acto, lo pagan todo y después ni se les ve, pasan totalmente desapercibidos
-
En cualquier servicio al público, las atenciones tienen que lograr la total satisfacción del cliente
-
El vestuario para ir al trabajo depende mucho del tipo de trabajo que tengamos y de las reglas o normas que cada empresa tenga a este respecto
-
Las llamadas telefónicas de oficina no se realizan fuera del horario de trabajo, salvo que haya una razón muy poderosa para hacerlo
-
Las normas de protocolo y las buenas maneras, por sí solos, no venden pero son cada vez más importantes dentro de las empresas
-
Las relaciones empresariales y profesionales tienen lugar en diversos ámbitos. Es bueno conocer las reglas de etiqueta y comportamiento
-
Las reuniones de trabajo son encuentros con otros compañeros de la empresa o bien con personas de otras empresas que nos visitan. Es importante ofrecer una imagen profesional y apropiada porque estamos representado a nuestra empresa
-
Usos y costumbres brasileñas a tener en cuenta para establecer un primer contacto y tener una negociación exitosa
-
La imagen de una empresa puede quedar comprometida por un comportamiento incorrecto en un almuerzo de negocio.
-
No todo es dinero en el mundo de los negocios. Las normas de protocolo pueden sellar o echar a perder la transacción financiera del año, según se comporten las partes.