El modo de cortar y servir los pescados
El pescado se debe limpiar de escamas y quitar las espinas antes de proceder a servirlo
Cómo cortar el pescado y servirlo a la mesa
Aquella urbanidad
Por lo que respecta al modo de servir el pescado, es menester advertir, que de la carpa guisada o estofada, la cabeza es lo más sabroso.
Si la carpa está entera, se le quitan primero las escamas con una cuchara; luego con la misma se le saca la carne desde el medio del cuerpo hasta el vientre, y después se sirve del espinazo; la carne que está hacia la cola es muy delicada; la cabeza se divide en dos, poniendo el tenedor hacia la parte de la garganta, y apoyando con el cuchillo, se cortará con facilidad; la lengua es también muy delicada.
El sollo se parte lo mismo, sirviendo con preferencia el vientre; la cabeza es sabrosa, aunque otros prefieren la cola.
El barbo se parte del mismo modo.
Te puede interesar: Aquella urbanidad. Artículos históricos sobre la urbanidad
Del salmón y trucha se sirve primero el espinazo; algunos estiman más el vientre.
La perca, dragón marino, y dorada, se cortan al hilo al largo del espinazo, que es la parte más carnuda y más delicada.
La anguila se parte a trozos pequeños, y se sirve lo mismo.
Toda suerte de pescados largos, como la lamprea, la barbota, etcétera, se parten en dos, tres o cuatro trozos, según su grandor; y cuando se parte en dos solamente, la mitad que tiene la cabeza, se sirve con preferencia.
Este mismo modo se debe observar en los lenguados, acedias, y demás pescados chatos de esta especie, que se deben servir por mitad.
La alacha o pez se parte en dos o tres pedazos, prefiriendo siempre lo que está más cerca de las aletas o escamas; lo que es muy delicado en los grandes rodaballos.
Lo mismo se debe servir el mero.
La raya, bacalao o abadejo, se corta con una cuchara al hilo para, servirlo.
Todos los demás pescados se sirven del mismo modo, poco más o menos, y con poca práctica se adiestran fácilmente.
-
18204
Aviso Los artículos "históricos" se publican a modo de referencia
Pueden contener conceptos y comportamientos anacrónicos con respecto a la sociedad actual. Protocolo.org no comparte necesariamente este contenido, que se publica, únicamente, a título informativo
Su opinión es importante.
Participe y aporte su visión sobre este artículo, o ayude a otros usuarios con su conocimiento.
-
El placer que resulta de una visita trae consigo la obligación de devolverla a las personas iguales.
-
El referir casos o contar cuentos, debe ser muy rara vez, y solo cuando vengan muy al caso advirtiendo que sean cortos.
-
Se cuidará mucho de no ocupar los asientos con objetos y no llevar perfumes exagerados ni alimentos de olor fuerte que puedan incomodar a los otros viajeros.
-
Los charlatanes se hacen callar no dando pávulo a sus palabras, del mismo modo que un tocador de violín para a los bailarines cesando de tocar.
-
La impresión que produzca en ellos su conducta y sus bellos sentimientos, le harán incomparablemente más honor que el triunfo de sus atractivos.
-
Cuando queramos dar una reunión, convidaremos verbalmente a las personas de nuestra confianza, y por escrito a las de etiqueta.
-
Los placeres que pueden disfrutarse en los bosques, parece que fueron desde el siglo V al XV las diversiones predilectas de las personas de elevado rango y de muchas riquezas.
-
El comedor de la casa solía ser la habitación más espaciosa y mejor adornada de toda la casa.
-
Guardaos también al escuchar la historia o relación de un suceso de decir: "eso lo sé yo muy bien".
-
Una de las polillas de la sociedad son seguramente estas gentes a quienes no se conoce sino por haber estado cinco o seis veces en una reunión sin reparar en ellas, pero se creen autorizadas para trataros como a unos amigos antiguos
-
Las bromas y los chistes que pueden llamarse las flores del talento han de ser delicados.
-
El niño en el dormitorio y la hora de acostarse.